Costa de Palafrugell: Llafranc y Tamariu (Girona, Cataluña)

lunes, 25 de abril de 2016

Llafranc, Palafrugell (Girona)
Llafranc, Palafrugell


Llafranc, Palafrugell (Girona)
Llafranc desde el Far de S. Sebastià


Tamariu (Palafrugell, Girona)
Tamariu, Palafrugell


Tamariu (Palafrugell, Girona)
Tamariu, Palafrugell


Tramadiu (Palafrugell, Girona)
Tramadiu, Begur


Uno de los trozos de costa más conocidos y promocionados de España es la Costa Brava, ese tramo de litoral que va desde Blanes a la frontera con Francia y dodne hay un poco de todo, desde auténticos desastres como Lloret de Mar (es difícil calificar de otra cosa a un pueblo donde se han cometido tantos despropósitos en tan poco espacio) hasta tramos absolutamente vírgenes como las costas de Cap Creus, donde la naturaleza ha mantenido alejados a quienes ven pecado dejar un metro sin cemento.

Y dentro de los lugares donde la gente ha conseguido aprovechar el entorno con gusto podemos encontrar Palafrugell, cuya costa me ha parecido una pequeña joya, con lugares de difícil acceso y que no son demasiado conocidos por la gente que pasa por aqui de forma casual. Dicho de otra forma, si vas a Palafrugell mejor documéntate antes o pasarás de largo sin ver algunas de sus maravillas.


Aunque hay mucho más para ver (os recomiendo hacer alguna de las rutas de senderismo que recorren la costa), voy a centrarme en un par de lugares del municipio.

El primero sería Llafranc, un pequeño pueblo de pescadores que ha sabido subierse al tren del turismo sin dejar de ser lo que siempre ha sido, sin perder su esencia. Llafranc destaca por sus casitas integradas en el entorno, entre los pinos, escalando por las paredes rocosas que descienden hasta la playa donde puedes ver las barcas de pescadores varadas en la arena, algo que se ha perdido en demasiados sitios, donde estos oficios tradicionales y que daban sentido a las poblaciones se han arrinconado, como si molestasen. Es famoso el festival de habaneras de Llafranc, que se celebra en agosto

Desde Llafranc podemos subir hasta el faro de San Sebastià. Ya el camino merece la pena con sus vistas, pero las que hay desde arriba son espectaculares. De nuevo recomendaros que investiguéis un poco: yo estuve en el faro y no sabía nada ni de la torre de vigilancia ni del poblado íbero que hay allí. Me lo perdí. Me enteré mucho tiempo después. Como podéis ver en la foto las vistas son un auténtico lujo, con la comarca del Baix Empordà luciendo en todo su esplendor.

Un poco más adelante, siguiendo la costa hacia el norte, está Tamariu. Es un pueblo de pescadores más humilde que el de Llafranc y cuya pequeña playa también está ocupada parcialmente por las barcas. Tan humilde es que a principos del siglo XX nadie vivía aquí y sólo había casetas para guardar los aparejos de pesca.

Hoy en día la principal industria de Tamariu es el turismo y su punto fuerte son las actividades náuticas. Deportes como el paddle surf, el submarinismo o la vela son ofertados por el club náutico local. Una de las rutas de senderismo de las que hablaba antes y que os recomendaba une a Tamariu con Llafranc. Es un buen paseo, pero hay acceso a playas que de otra forma no serían accesibles, así que merece la pena.

A donde no se puede llegar ni caminando, o al menos no tengo noticia de ello, es a la de Tramadiu, ya en el vecino municipio de Begur. No tengo mucha información sobre esta cala y la poca que pude encontrar está en catalán (y aunque usualmente entiendo el idioma me temo que no he tenido mucha suerte con los pocos artículos que he encontrado

Otro sitio que no he visto, e investigando para escribir este post parece que me he perdido algo interesante, es Calella de Palafrugell, un poco antes de Llafranc. El hecho de que la carretera desde Cala Castell en Palamós no siga bordeando la costa (cosas del terreno) me hizo saltármela. Al parecer es otro antiguo pueblo de pescadores que también ha sabido adaptarse al turismo y al menos en las fotos que he visto y un pequeño paseo por Google Street View su aspecto desde el mar y la playa es fantástico

El Mapa
Rutas relacionadas

Cala Es Castell (Palamós, Girona)

domingo, 24 de abril de 2016

Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell, Palamós


Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell, Palamós


Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell desde el poblado


Sa Foradada (Palamós, Girona)
Cala Corbatera y Sa Foradada


Hasta que llegué a Cala Es Castell, en Palamós, la Costa Brava estaba siendo una decepción para mi. Esa costa salvaje y virgen que tenía en mi imaginación era más bien una sucesión de pueblos y calas implacablemente destrozados por un tipo de turismo que no respeta el entorno si no que lo parasita, destruyendo la misma belleza que explota. O explotada con desgana, construyendo miradores donde no hay nada que mirar y evitando construirlos en lugares donde no hay posibilidad de parar y admirar unas vistas extraordinarias.

Algo así debieron pensar en su día los habitantes de Palamós porque cuando a mediados de los noventa les preguntaron si querían construir un campo de golf con toda su parafernalia asociada en las cercanías de esta playa votaron de una forma clara, con un 70% de los participantes opuestos al proyecto.

Y eso ha permitido que esta playa llegue hasta hoy en buenas condiciones. Hay que decir que dispone de un aparcamiento amplio y de pago (si bien cuando fui no había nadie para cobrar). El bosque que se interpone entre donde dejas el coche y el arenal te da un poco de tregua los días de mucho calor con una sombra muy agradecida.

Más allá del aparcamiento hay una sucesión de bosques y de campos explotados por los vecinos y te permiten imaginarte como debió ser el resto de la costa antes de la explosión del turismo. No es de extrañar que en algunos sitios de los que he consultado aparezca como la mejor playa de la Costa Brava. No sé si será el caso, pero desde luego merece la pena la visita.

El arenal es bastante abierto, un poco empinado según se mete en el mar y el agua está fría para tratarse del Mediterráneo, al menos a finales de junio, con algunas pequeñas construcciones (creo recordar que una servía de bar, pero no le presté mucha atención) a pie de playa, estando una de ellas tan a pie de playa que las olas mojan las paredes. En el extremo opuesto otra debió ser originalmente una instalación de pescadores, tal vez una antigua factoría de salazón, porque tenía una rampa bastante amplia hasta el mar. Alguna casa discretamente ubicada un poco más arriba en la colina y parcialmente oculta entre los pinos es toda la concesión que queda a la actividad humana.

Según sigues hacia la costa norte entras en un bosquecito de pinos entre los que discurre un sendero, remontando por el acantilado, desde donde hay las mejores vistas de la playa.

Y un poco más adelante hay los restos de un antiguo poblado íbero (no me salió bien ninguna foto de allí, una lástima) en el cabo que cierra el arco de la playa.

Y justo aquí hay otro de los puntos interesantes de este lugar: la cala de Sa Corbatera o Cala Cobertera, con la roca conocida como Sa Foradada, justo a los pies del poblado. Es un lugar muy apreciado por los canoistas que van por esta zona para darse un paseo y acceder a una calita donde no hay otra opción que acceder desde el mar.

El Mapa
Rutas relacionadas