Combarro, el pueblo de pescadores por excelencia (Poio, Pontevedra)

domingo, 20 de diciembre de 2020

Combarro desde la Praia do Padrón

Combarro es una pequeña rareza dentro de la costa gallega. Por desgracia para nosotros muchos de los pueblos marineros perdieron sus antiguas casas de pescadores y fueron sustituidas por edificios más modernos y más sosos.

Sin embargo, en Combarro su arquitectura tradicional y su relación con el mar se han mantenido a lo largo de los siglos y sus encantadoras callejuelas y sus casitas de piedra, serpenteando sobre una enorme roca granítica, nos transportan a tiempos pasados y nos recuerdan de donde venimos.


El problema es que para tener la experiencia completa hay que madrugar. En un día normal Combarro ve como las paredes de sus calles principales se forran de aparadores y estanterías para vender souvenirs o bebidas y licores a los turistas y es mejor ir un poco antes, cuando los turistas aún no han venido y podemos ver el pueblo como es.

La foto más conocida de Combarro es desde la Praia do Padrón, desde donde se ve su fachada litoral
con sus barcas amarradas a los pilares de los hórreos. En tiempos pasados había muchas más, pero desde la construcción del puerto muchas se han llevado a los modernos pantalanes del Porto da Chousa.


Los hórreos a pie de mar son su característica distintiva de Combarro, y si cuando vayáis está la marea baja podéis apreciarlos desde el mar, simplemente paseando desde la playa hasta el antiguo muelle, que también hacía las veces de plaza mayor. Estos hórreos hablan de los tiempos en que la gente se ganaba la vida en el mar y también en tierra. Aún hoy se ven algunas nasas guardadas entre los hórreos o apiladas en el muelle, en una especie de mestizaje raras veces visto.

Los hórreos servían para almacenar patatas, cereal y otros productos, y también para secar el pescado. Los habitantes de Combarro a veces tenían fincas al otro lado del pequeño brazo de ría que los separa de Campelo. Los hórreos fueron construidos a pie de mar para que los productos de estas fincas pudieran ser transportados por barca y descargados rápidamente.

Hórreo con tornarratos

Si en el vídeo o en las fotos os llama la atención la existencia plataformas encima de los pilares, deciros que se llaman tornarratos (vuelcarratones) y sirven para que los roedores no puedan entrar puedan entrar en el hórreo y llegar a los alimentos allí almacenados.

Hoy día muchos hórreos sirven de almacén para bares y restaurantes, donde guardan parte de sus enseres o de sus bebidas. No es raro ver cómo un empleado abre un hórreo y saca una caja de latas de refresco o una bobina de papel.



La calle más bulliciosa de Combarro es una que ni siquiera consta en Google Maps. Es una estrecha callejuela que discurre paralela al mar, que le da nombre y que une el muelle (O Peirao) con la Praza da Chousa, que recibe su nombre de la playa sobre la que fue construida. Al lado de esta plaza se encuentra el moderno puerto, mitad pesquero, mitad deportivo. Es el mayor de los varios de Poio y uno de los más nuevos de Galicia.

Volviendo al pueblo antiguo y subiendo un poco hay calles más tranquilas, con varios cruceiros, escenificaciones de la Crucifixión de Cristo. Los cruceiros normalmente se construían en cruces de caminos en Galicia, para mostrar devoción o arrepentimiento ante un pecado. En Combarro hay varios, generalmente orientando el Cristo hacia el mar y la Virgen hacia tierra. Generalmente, pero con una excepción, puesto que la Virgen de ese cruceiro es la Virxe do Carme (Virgen del Carmen), la patrona de los marineros.

Un cruceiro en Combarro

En esta parte se ven casas más grandes, con buenos soportales para protegerse de la lluvia y con solainas, esas galerías tan típicas de las casas gallegas.

En el suelo aún es posible ver la roca granítica sobre la que se edificó el pueblo, para aprovechar un terreno que no era cultivable y maximizar el escaso espacio útil entre el mar y la montaña.

Sirva como ejemplo de esto el hecho de que los hórreos se construyeron entre las casas. Normalmente se construían fuera de los núcleos urbanos y hay complejos muy interesantes en el noroeste peninsular como los de Pedre y Figueira en Cerdedo-Cotobade o los de Soajo y Lindoso en Portugal.

Casa con solaina

Casi cualquier calle de Combarro lleva a callejones que conducen a la ría, siendo uno de las poblaciones más abiertas al mar que conozco. Es un lujo que su trama urbana y su arquitectura se hayan conservado y que aún no haya perdido totalmente ese amor por el mar y por su tradición.

Pero hoy en día Combarro vive del turismo, como ya dijimos. Eso ha servido para que numerosos restaurantes, taperías y bares hayan restaurado inmuebles que de otra forma se hubiesen perdido. Hay numerosos ejemplos de casas en el casco urbano que se mantienen en pie por el buen oficio de los canteros que los levantaron.

Nasas recicladas como barandilla

Ojalá encuentren compradores que las restauren y mantengan en pie, porque todo el pueblo está lleno
de rincones con encanto y es de lo que depende en buena medida la prosperidad de sus gentes.

Para finalizar os dejo un vídeo corto, de unos dos minutos y medio, sobre Combarro.

El cañón del Sil (frontera entre Lugo y Ourense)

domingo, 6 de diciembre de 2020


Cuando hablamos de cañones casi inevitablemente pensamos en Colorado. Pero España posee varios cañones dentro de su territorio, como el Cañón del Río Lobos o el de Las Hoces del Duratón, aunque ninguno de ellos es tan extenso y tan profundo como el Cañón del Sil, que alcanza su mayor espectacularidad en su recorrido por Galicia (y parte de León).

Aunque sus paredes no son tan verticales o tan espectaculares como las que puede tener el tramo de la Ermita de San Frutos, este cañón ha sido excavado en granito puro. Aunque hoy esté domado con embalses, ya podéis imaginar cómo de salvaje era el Sil antes de la construcción de las presas.

 
Mirador de Vilouxe

Los bosques de roble, castaño y otras especies típicas del bosque atlántico que crecen en el entorno del cañón lo convierten en uno de los lugares más mágicos de toda la península.

Y esta magia fue percibida desde épocas antiguas, como atestiguan los restos procedentes de todas las épocas, pero especialmente los muchos conventos, ermitas, iglesias y capillas que se construyeron a uno y otro lado del río.

De entre ellos destacan el Mosteiro de Santo Estevo de Ribas de Sil, en Nogueira de Ramuín, abandonado durante muchos años y finalmente convertido en Parador Nacional, y el de Santa Cristina de Ribas de Sil, en Parada de Sil, que ha sido reconstruído para evitar que se perdiese.

Santa Cristina de Ribas de Sil

Por esa razón mucha gente cree que "Ribeira Sacra", el nombre con el que se conoce a las orillas del Sil (y también del Miño, de su desembocadura hacia el norte), procede de esta concentración de construcciones religiosas.

Aunque, por lo visto, lo de "Ribeira" es una derivación de "Rovoyra", que sería un bosque de robles. Esto podría llevarnos a tiempos prerromanos y a la presencia de los celtas y sus druídas, para quienes el roble era su árbol sagrado.

 Túnel de Montefurado (Quiroga, Lugo)

  Hablando de los romanos, ellos descubrieron que el río llevaba oro entre sus arenas. Por eso aprovecharon un meandro para hacer un atajo y desecarlo para poder extraer más cómodamente el preciado metal. ¿El método? Cavar a pico y pala un túnel a través de una pared de granito, de unos 120 metros de largo de los cuales se conservan 52.

¿Qué pasó con el resto? ¿Algún desalmado? ¡No! una enorme crecida en 1934 provocó un derrumbe, el cegado del túnel y la pérdida de un castillo construído sobre él, con lo cual el río recuperó su antiguo curso. No fue hasta 1941 en que el túnel volvió a estar abierto en un intento por recuperar las tierras de cultivo perdidas en años de hambre.

El Sil sobre los viñedos de Doade (Sober, Lugo)

A los más entendidos en el mundo del vino puede que eso de "Ribeira Sacra" le suene de algo. Y eso será así porque hay una denominación de origen con ese nombre. Y tiene mérito, porque no es una zona sencilla para cultivar.

Y es que A Ribeira Sacra es la máxima expresión de la viticultura heróica en España. Sus viñedos plantados en terrazas sobre acantilados que caen al río son una de las imágenes más típicas del cañón (y de Galicia entera). Sólo he visto algo parecido en la Região Demarcada do Vinho do Porto y en el macizo de Anaga, en Tenerife.

Santa María de Xunqueira de Espadanedo

En el mapa os voy a dejar una ruta con bastantes cosas para ver. Es un poco difícil destacar algo, así que he incluído el túnel varios miradores, un par de santuarios y un par de puertos fluviales.

También podéis hacer una visita a Castro Caldelas con su castillo derruído por los Irmandiños en su lucha contra la opresión feudal.  Y ya que estamos, tenéis que probar la Bica, el bizcocho típico de la localidad y muy apreciado en la provincia de Ourense y en Galicia.

Por último, os dejo un pequeño vídeo sobre uno de los miradores, el de Os Torgás, más conocido como el de Os Balcóns de Madrid.



El Mapa

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