Tenerife (II): Masca, el pueblo más bonito de Tenerife

domingo, 5 de abril de 2020

 
 Masca adapta sus calles a las laderas del Macizo de Teno

España tiene muchos lugares mágicos. Hay pueblos hermosos y entornos espectaculares. Y en unas pocas raras ocasiones hay pueblos hermosos en entornos espectaculares, que no dejan indiferente a nadie, como Castellfollit de la Roca o Riglos.

Y en mi último viaje fui a un lugar que por derecho propio pertenece a este selecto club: Masca, en Tenerife.

Carretera de acceso desde Santiago del Teide
 
Masca está en un escarpado barranco que la erosión fue creando en lo que un día fue una cadena de volcanes, el macizo de Teno. Esta zona de Tenerife es muy verde ya que la niebla que procede del mar aporta humedad a la vegetación de la zona, que sin ser tan exhuberante como la de Anaga, en el noreste de la isla, llena de vida y color las laderas y barrancos.

No he encontrado gran cosa acerca de la historia de Masca, pero de lo que he entendido debió ser habitada en tiempos previos a la conquista castellana, en los que perteneció al Menceyato de Daute. A pesar del difícil acceso y de las escasas tierras planas de la zona su fertilidad y la humedad la convertían en tierra codiciada.

Roque Catano

Masca, además de por sus paisajes, es famosa por ser uno de los pueblos donde la arquitectura tradicional isleña se conserva mejor, lo que tiene gracia porque los edificios son relativamente recientes. En algún caso tienen unos pocos años ya que hubo un fuerte incendio en 2007 que arrasó parte del caserío y sus alrededores. Viendo las fotos cualquiera lo diría.

En cualquier caso, las restauraciones de los últimos años han cambiado bastante la fisonomía del caserío y el gobierno canario afirma que se han perdido muchos de sus valores.

Plaza de la Ermita

Lo normal es aparcar en la carretera que va de Buenavista a Santiago del Teide por Masca. Hay unas cuantas plazas de aparcamiento y desde allí mismo hay muy buenas vistas de la población. Recomiendo no dejar nada a la vista en el coche. Los restos de cristales en el párking y los muchos carteles situados en el pueblo alertando de la presencia de carteristas hacen suponer que hay un problema con los robos.

El gran atractivo de Masca, además de su precioso casco urbano, es su barranco. En el momento de mi visita el Barranco de Masca llevaba más de un año cerrado por obras de acondicionamiento. En el momento de escribir esto, sigue cerrado y se supone que abre hacia verano de 2020, pero la fecha se ha modificado varias veces.

 
 Masca está dividido en barrios

El abandono de los caminos que bajaban el barranco lo hizo peligroso y tras un buen número de accidentes, en algún caso con víctimas mortales, el ayuntamiento de Buenavista del Norte decidió cerrarlo al público e iniciar obras que habrían de terminarse en seis meses. Dos años después continuaba cerrado.

Algunos de estos accidentes fueron por una inconsciencia temeraria. Veréis, cuando hay un barranco tan escarpado la lluvia cae por esas laderas y no penetra apenas en la tierra. Al ser el ángulo tan fuerte esa agua cae a toda velocidad, se acumula y llena el barranco enseguida con una gran cantidad de agua. Pues alguno de estos inconscientes se metieron ahí en días en que el barranco estaba cerrado por esta clase de riesgos y tuvieron que ser rescatados.

Masca desde la carretera a Buenavista del Norte

Existe la leyenda de que en la playa al fondo del barranco amarraban barcos piratas para descansar, pero me parece improbable que llegasen hasta allí sin ser vistos y estando relativamente cerca de Garachico, que en aquellos tiempos era el principal puerto de la isla

Masca es Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.

El Mapa
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Vila Real de Santo António (Algarve, Portugal): La ciudad prefabricada

viernes, 3 de abril de 2020

 
Praça do Marqués de Pombal

Las ciudades planificadas parecen algo moderno, contemporáneo, pero es casi tan viejo como el hombre. Los romanos, a partir de sus campamentos, fundaron numerosas ciudades. Y otras muchas culturas también lo hicieron.

Así que podríamos pensar que Vila Real de Santo António no tiene nada de particular. Y nos equivocaríamos. Lo que hace singular a Vila Real es que fue una ciudad planificada y construida a partir de edificios prefabricados. Teniendo en cuenta que los trabajos empezaron a finales del siglo XVIII hablamos de una obra adelantada a su tiempo.

 
Detalle de la cuadrícula urbana de Vila Real de Santo António

La historia de Vila Real empieza de algún modo con el Gran Terremoto de Lisboa (1755). Os recomiendo que leáis la entrada de la wikipedia sobre este terremoto porque su impacto en la historia fue indeleble. Sirvió para fundar la sismología, impactó en la filosofía e incluso se construyeron algunos edificios resistentes a terremotos durante la reconstrucción.

En el momento de producirse dicho terremoto había una guerra abierta entre la alta nobleza portuguesa y el favorito del Rey, el Marqués de Pombal. Los primeros consideraban al segundo un advenedizo sin nobleza y el Marqués, por su parte, consideraba que los nobles eran corruptos e ineficaces.

 
Edificios al lado del puerto

La competente respuesta del Marqués al terremoto le granjeó una gran popularidad. La reconstrucción en tiempo récord de la capital y la forma en que gestionó el cuidado de los supervivientes le dieron un crédito ilimitado. La inmensa popularidad ganada acabó con el poder de la nobleza y un poco claro intento de magnicidio sobre el Rey poco tiempo más tarde condujo a la exterminación de la familia Távora, una de las más poderosas, y a la consolidación de la posición del Marqués, que se acabaría convirtiendo en una figura central de la historia portuguesa.

Años después, ya siendo hombre fuerte del país de forma indiscutida y tras una breve guerra con España, el Marqués estimó que el Algarve estaba desprotegido ante una eventual invasión desde Sevilla. Tan sólo Castro-Marim al sur y Alcoutim un poco más al norte, enfrente a Sanlúcar de Guadiana, pero demasiado retirado para ser de ayuda, se interponían en el camino de esa hipotética invasión. Además existía la necesidad de controlar el tráfico de mercancías que entraba y salía por el Guadiana, que es navegable por muchos kilómetros.

 
Puerto deportivo de Vila Real de Santo António

Para aumentar las defensas de la frontera decidió que necesitaba aumentar la población local. Para ello se decidió la construcción de una ciudad totalmente nueva siguiendo los mismos principios que se habían aplicado en la Baixa lisboeta.

El lugar elegido fue el que ocupaba una aldea de pescadores que se llamaba Santo António da Arenilha.

Se estableció una malla ortogonal a partir de la plaza principal, que hoy lleva su nombre. En esta plaza fue donde se erigieron los primeros edificios, entre ellos el del ayuntamiento, la iglesia y la Casa de la Guardia.

 
Barcos en el puerto deportivo

Las canterías necesarias para la construcción se elaboraban en Lisboa y se enviaban por barco hasta Vila-Real, donde se utilizaban de forma inmediata. En apenas dos años la ciudad fue levantada en el lugar de una antigua aldea de pescadores que había desaparecido tragada por las arenas y las tempestades. La nueva ciudad se convirtió en un puerto de mercancías y desde un primer momento fue una población próspera.

El comercio marítimo-fluvial y la pesca fueron grandes motores económicos, junto con la explotación agrícola de sus tierras. En las últimas décadas el sector turístico ganó peso debido al extenso arenal que nace en la desembocadura del Guadiana y que es una prolongación de los de la Ría Formosa.

El mapa
Tierras de Frontera

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