Portugal de Norte a Sur (IV)

viernes, 3 de julio de 2009


Praia de Bordeira


, Aljezur (Algarve, Portugal)
Pequeño puerto en Carrapateira


, Aljezur (Algarve, Portugal)
Praia do Amado


 (Vila do Bispo, Portugal)
Praia da Murraçao


, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)
Praia de Cordoama


, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)
Praia do Castelejo


, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)
Faro de São Vicente


, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)
Beliche


, Vila do Bispo (Algarve, Portugal)
Praia do Zavial


 (Vila do Bispo - Algarve, Portugal)
Salema, Budens
Tras un parón mucho más largo de lo que pensaba, vamos a seguir con la ruta de Portugal. En el episodio anterior recorríamos la costa alentejana desde Sines hasta Arrifana, y hoy vamos a partir de aquí para recorrer lo que nos queda del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y la Costa Vicentina... lo que vendría siendo lo más interesante del Algarve Occidental.

Una cosa sobre el mapa: el de hoy no es más que una aproximación, ya que muchas de las pistas que hay que coger para las playas no aparecen en Google Maps (sí en las ortofotos), así que mi recomendación es imprimir o guardar en un ordenador una captura de pantalla que abarque toda la zona y marcar sobre ella los itinerarios.

Otro detalle más: vamos a ir mucho por pistas de tierra en un estado tan jodido que a veces puede compensar más hacer un rodeo e ir por una carretera de asfalto, aunque haya que duplicar distancias... e independientemente de todo eso, el coche nos va a quedar hecho un asco con tanto polvo.

La primera parada del día va a ser la larguísima playa de Vale de Figueiras, de gran fama entre los surfistas que van a Portugal. Para llegar a ella habremos de coger una pista que nos va a indicar cómo va a ser el resto del día: larga, polvorienta, llena de pedruscos que pondrán a prueba las suspensiones (así que conducid despacito y con paciencia) y con el ambiente impregnado por el omnipresente olor de las jaras.

De aquí nos iremos hacia por la EN-268 Carrapateira, que nos recibe con una carretera sinuosa entre árboles y que nos descubre la hermosa playa de Bordeira, donde desemboca un pequeño regato (me niego a llamarlo río), y a partir de aquí comienza una zona de dunas y de acantilados con unas formas esculpidas por la erosión que se antojan caprichosas.

La costa de Carrapateira es árida y desagradable a la vida, pero los colores y las formas son un espectáculo digno de ver. Es sintomático un pequeño puerto de pescadores que no es más que unas cuantas cabañas de madera resistiendo sobre el acantilado como buenamente pueden: la costa es tan áspera que ni refugio da a quienes viven del mar.

La Praia do Amado es nuestra siguiente parada. Carrapateira es un pueblo literalmente tomado por los surfistas, y esta playa, junto con Bordeira, es el lugar donde se van a concentrar. Creo que nunca vi tanto surfista junto como aquí. Creo que si alguien tirase una piedra le daría a dos o tres antes de hundirse definitivamente.

Regresamos a la carretera a través de una pequeña carretera rodeada de áloe vera y nos ponemos en rumbo hacia Murração, que está a tomar por culo de todo y aún así tiene hasta chiringuito.

Podemos volver sobre nuestros pasos hacia la carretera, o seguir por una pista de tierra hacia Cordoama y Castelejo, dos playas inmensas separadas por un promontorio (que no las separa en marea baja) desde el que se tiene una panorámica privilegiada de estos dos arenales.

Se supone que el norte de Cordoama es nudista, pero los dos policías portugueses a los que pregunté (no es legal más que en zonas autorizadas) no sabían nada del tema pero me aseguraron que salvo que alguien denunciase nadie iba a molestar. Lo mejor es buscarse un rincón más o menos tranquilo y no debería haber problemas.

Desde aquí ya arrancamos hacia Cabo São Vicente pero antes, si miráis el mapa, podemos acercarnos a una playa que hay cerca de Vila do Bispo (pueblo bastante anodino y pequeño, por cierto, aunque la capital del municipio que ocupa casi toda la ruta de hoy). En este punto podéis ver las limitaciones de Google Maps. De lo que recuerdo mientras buscaba (sin suerte) esa playa es que había varias trampas de arena. Ignoro todo de ella: si es nudista, como se llama o si tiene alguna clase de servicios.

Cabo São Vicente es el fin de la costa portuguesa que va de Norte a Sur y el comienzo de una la que va de oeste a este... por decirlo de alguna manera, es el límite entre la fachada atlántica y el suelo de Portugal.

Los acantilados aquí son pavorosos, como cortados a pico: estas en tierra firme y en dos metros una caída de 60 metros al mar, como bien supo el pobre de Sven Greeff en sus últimos y trágicos momentos de vida.

Yendo hacia el este nos encontramos con algunos lugares interesantes, como la playa de Beliche (otra presunta playa nudista), los restos de la escuela donde se formaban marinos de la talla de Vasco da Gama bajo el patrocinio de Henrique el Navegante o la muy turística villa de Sagres, preludio de lo que será buena parte del Algarve, salvajemente ocupada por el turismo de sol y playa (y mínimo respeto por el entorno natural). En Sagres podemos ver el fuerte (no particularmente interesante) y su puerto, el primero digno de ese nombre desde Sines.

Los que gusten del nudismo pueden acercarse a la playa de Zavial, muy ventosa siempre (o eso intuyo a juzgar por la cantidad de muros de pedruscos levantados por los bañistas para protegerse de la arena), pero de una rara belleza.

De aquí podemos ir hasta la playa de Figueira, que dicen que es nudista (pero llegué demasiado tarde para averiguarlo) y que tiene los restos muy derruidos de un antiguo fuerte que protegía a Sagres. El tiempo no ha sido clemente con las fortificaciones defensivas, tal vez canibalizadas por los lugareños para construir muros con sus piedras.

La última parada del día será Salema, que es un pueblo de pescadores que se está convirtiendo a marchas forzadas en un nuevo horror turístico con la construcción masiva de chalés y adosados. Si uno se acerca a los acantilados de la parte occidental aún tiene una vista interesante de la zona... y más vale sacar fotos porque tal vez no haya oportunidad de volver a verlo en ese estado.

Para alojarse recomendaría el cámping Quinta dos Carriços, enorme (y con ello quiero decir que es enorme, con áreas que ni siquiera han sido parceladas porque... siempre sobran plazas) y con unas instalaciones en muy buenas condiciones, abundancia de puntos de luz y de agua.

El Mapa
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