Languedoc-Roussillon (II): Aigues Mortes

domingo, 15 de abril de 2018

Uno de los accidentes geográficos que más llama la atención de la costa francesa es la región de la Camarga, Camargue en francés.

La Camarga, situada cerca de la Costa Azul y entre las ciudades de Montpellier, Nîmes y Marsella tiene su origen en la desembocadura del Ródano y servía de frontera natural entre las antiguas regiones de Provence-Alpes-Côte d'Azur y Languedoc-Roussillon. Actualmente toda ella está encuadrada en la nueva región de Occitania.

Aigues Mortes (Languedoc-Roussillon)

La Camargue consiste en una serie de humedales, playas, lagunas litorales, marismas, salinas, ciénagas y terrenos desecados para destinarlos a vivienda, puertos o usos agrícolas, ganaderos o turísticos. También nace por aquí el Canal du Midi, que es una de las principales vías de comercio fluvial de Francia hasta la aparición del ferrocarril y que fue iniciado durante el reinado de Luis XIV, aunque hubo intenciones de construir algo parecido desde tiempos de Nerón u Octavio Augusto

 
Y la localidad más importante de esta región es Aigues Mortes, una población amurallada construida allí por los reyes de Francia para colonizar la región. Aigues Mortes fue construida dentro de una muralla casi cuadrada con una planta ortogonal. Incluso sin conocer la historia del lugar uno se da cuenta de que fue una ciudad planificada.

 
Su nombre proviene del hecho de estar rodeada de marismas y lagunas litorales y no ser realmente una ciudad situada al borde del mar, a pesar de estar unida a él por una serie de canales que alcanzan el Mediterráneo a través de las lagunas.

El origen de Aigues Mortes y de sus murallas hay que buscarlo en la Edad Media, cuando San Luís buscaba una salida natural al Mediterráneo para su reino. A un lado y al otro de la Camargue los reyes de Aragón (Montpellier), Nápoles (Marsella) y los condes de Toulouse (Agde) le cerraban el paso. Así que consiguió que el monasterio a quien pertenecía la región le cediese su propiedad a cambio de otros terrenos. Tras construir el puerto y las primeras fortificaciones Aigues-Mortes fue el punto de partida del embarque de caballeros franceses cara a las Cruzadas.


Aigues Mortes (Languedoc-Roussillon)

Cuando la Provenza y Marsella pasan a manos francesas Aigues Mortes pierde su importancia y sólo la explotación de la sal hace que los reyes sigan teniendo interés en mantener abiertos los canales. Esta decadencia va a continuar hasta la apertura del canal del Ródano a Sète, que convierte a Aigues Mortes en puerto fluvial y marítimo a la vez.

Hoy en día es una zona muy turística. Multitud de visitantes vienen a realizar el recorrido sobre las murallas, con vistas a la ciudad, al canal y a las salinas que aún hoy se siguen explotando. Dentro de las torres hay exposiciones sobre la villa y su historia. A pie de calle decenas de negocios viven de los turistas, siendo mayoría restaurantes y tiendas de souvenirs.

 
Alejándose de la puerta es posible caminar con más tranquilidad y apreciar la arquitectura de las casas que hoy ocupan el recinto amurallado. La vista desde lo alto de las murallas sobre los tejados es una de las estampas más típicas de la ciudad. Y otra de las vistas típicas es el gigantesco montón de sal que la industria salinera tiene al sur de Aigues Mortes

Canal Rhône-Sète (Aigues Mortes, Francia)

En la parte exterior de las murallas podemos encontrar casas más modernas y un paseo al lado del canal Ródano-Sète (Rhône-Sète) que pasa al lado mismo de las murallas. Estos canales ya apenas se utilizan para mover mercancías, siendo sobre todo un recurso turístico, así que hay diversas opciones para recorrerlo gracias a las múltiples empresas que se encargan de explotarlo.

Para aparcar es mejor intentarlo hacia el pueblo y el canal, porque la parte de la ciudad que da a las marismas está rodeado de aparcamientos de pago nada baratos.

Tour Carbonnière (Languedoc Roussillon)

En las afueras de Aigues Mortes hay otros puntos de interés como la Tour Carbonnière, antiguo puesto de peaje en la única ruta que comunicaba la ciudad con el resto del Reino. Es una torre cuadrada que llama la atención por su situación, en medio de las marismas.

Le Grau du Roi (Languedoc-Roussillon, Francia)

Y más cerca del mar se pueden encontrar pueblos de vacaciones como Le Grau du Roi, que para mi es una aberración en toda regla. Se trata de un trozo de litoral donde se han construido una serie de horrorosas urbanizaciones de vacaciones, con playa artificial y varias marinas y amarraderos para embarcaciones de recreo.

En este tramo de costa mediterránea francesa son relativamente comunes esta clase de destrozos, siendo el más conocido en España Cap D'Agde, ese pueblo "nudista" (entre comillas, sí) que sale de vez en cuando en los informativos para mostrar a la gente practicando sexo en la playa en pleno día y que queda a unos 80 kms de aquí, pasando Montpellier y Sète.

Caballo en la Camarga (Languedoc Roussillon, Francia)

Pero entre estos puntos de interés hay uno más interesante: la propia Camargue. Aquellos que viven en esta región han sabido adaptarse a ella y explotarla para ganarse la vida. La Camargue es una región donde hay pocas poblaciones pero muchas granjas: melones, sandías y otros productos agrícolas locales son ofrecidos en puestos a los lados de la carretera. Y es fácil ver aquií y allí rebaños de vacunos de la raza local, el toro de la Camargue, o de caballos, pastando en los prados que se fueron generando en las zonas desecadas.


 Los toros de Camargue son parte de la afición local por los festejos taurinos. Diría que aquí hay muchos más eventos de este tipo que en la mayor parte de las zonas de Andalucía y Castilla que he visitado. Me llamaba la atención ver carteles por todas partes publicitando lo que ellos llaman el "toro piscine", que según tengo entendido se trata de intentar meter a una vaquilla en una piscina situada en el centro del ruedo. También hay corridas al estilo de las que se celebran en muchas partes de España y en otros países, utilizando la raza autóctona camarguesa.

La carne de estos animales es muy apreciada y de gran calidad ya que se crían en libertad. Hay una DO que regula su cría y comercialización.

El Mapa

Ruta combinada
Ruta combinada

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Languedoc Roussillon (I): Carcasona

jueves, 12 de abril de 2018

En Europa hay muchas ciudades con cascos urbanos que nos remiten a la Edad Media. Algunas incluso conservan la traza urbana de esa época, aunque bastante modernizada. Pero unas pocas conservan todo o parte de estos lugares de manera que nos pueden transportar a esa época. Actualmente es la mayor fortaleza de Europa en semejante estado de conservación.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)

Carcasona, Carcassonne en francés, es una de estas ciudades. Su ciudadela medieval, presidiendo la villa desde un cerro a orillas del Aude, es una de las mejor conservadas que he visto. O mejor dicho, de las mejor reconstruidas. Hasta el siglo XIX la ciudadela estaba en ruinas.

Fue la iniciativa de Prosper Merimée (el autor de "Carmen", que luego sería convertida en ópera por Bizet) y de Jean-Pierre Cros-Mayrevieille la que puso en marcha una cuidadosa reconstrucción de las murallas y edificios y que evitó la desaparición del Castillo Condal. Tal era el grado de deterioro que el gobierno francés decidió su destrucción.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)

Mucho antes de que este fuese construido Carcasona ya era un lugar importante. Situada en un cruce de las rutas que comunicaban el Atlántico con el Mediterráneo al norte de los Pirineos y Europa con el Levante ibérico, fue desde antes incluso de la llegada de los romanos un punto de encuentro y de comercio. Se sabe que desde aproximadamente el 800 a.c. esta colina ha sido ocupada por diferentes recintos defensivos.

Aunque no fue capital de provincia durante la dominación romana, Carcasona fue capital colonial. Durante las últimas décadas del Imperio Romano los visigodos la ocuparon y construyeron nuevas fortificaciones, algunas de las cuales aún se conservan.  Durante un tiempo pasó a manos musulmanas tras la conquista de la Península Ibérica. Pipino el Breve consiguió desalojarlos y puso al frente a Bellón, cuyo linaje daría origen a varias dinastías de esta región, desde la Provenza a Cataluña con la Casa de Barcelona que más adelante se uniría a la dinastía real de Aragón.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)
Fue precisamente la Corona de Aragón la potencia predominante en Occitania durante buena parte de la Edad Media, hasta la irrupción del poder francés. La Cruzada contra los Albigenses fue un punto de inflexión para su historia: aprovechando la cruzada el Rey de Francia se lanzó sobre la región con la excusa de perseguir a los cátaros, a los que exterminó con saña. Los Trencavel, feudatarios del rey aragonés y defensores de los cátaros fueron derrotados por Simón de Montfort. Casi toda la costa mediterránea occitana pasó a manos francesas y tan sólo el Rosellón permanecería en poder aragonés hasta el siglo XVIII.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)

Fue precisamente el final de esta presencia aragonesa la que inició el declive de la ciudadela de Carcasona, que pasó de ser una ciudad fronteriza y muy estratégica a una población de interior, con lo cual la presencia de la guarnición dejó de ser necesaria.

La Ciudadela de Carcasona, conocida como Cité de Carcassonne en francés, es hoy una gran atracción turística, elegida como Patrimonio de la Humanidad.

Para visitarla es mejor aparcar un poco lejos, en los bulevares de la ciudad baja o en el Quai Bellevue, al lado del río, y cerca de una isla que se ha convertido en un parque. Se han eliminado casi todas las plazas de aparcamiento gratuito en los alrededores y las de pago tienen un precio exagerado, aunque pasa a ser gratuito a las ocho de la tarde.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)

¿Qué hay para ver? La Ciudadela en sí, que parece de cuento, merece una visita. Pero los comercios en sus callejuelas, de ropa, de alimentos, de mil tipos distintos de artesanía, son otro buen reclamo para visitar Carcasona.

Pero estos no son los únicos atractivos que tiene Carcasona. La antigua y la nueva catedral, el puente viejo sobre el Aude y que comunica la ciudadela con la Ciudad Baja o el Canal du Midi son otros puntos de interés en la villa, aunque por desgracia no pude visitarlos. Me queda pendiente para otra ocasión.

Cité de Carcassonne (Carcasona, Francia)

Lo que sí vi, aunque sólo fuese de pasada, es lo que queda del Bastión, lo que en tiempos fue un fortín en la ciudad baja. Si véis el mapa en vista satélite veréis lo fácil que es distinguir su contorno. Los edificios son bonitos y, desgraciadamente, sólo un pequeño tramo de muralla se conserva.

El Mapa

Ruta combinada
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