Somiedo (Asturias)
viernes, 3 de julio de 2009
Caballos en El Puertu
Carretera de El Puertu
Carretera cortada por alud
La Peral
Roca vista desde Pola de Somiedo
Embalse de Valle del Lago
Saliencia
Braña la Campa
Madreñas en Casa Bernabé Ya que en nuestros últimos viajes estábamos por Asturias, no vamos a abandonar el Principado y vamos a acercarnos hasta su montaña para conocer uno de mis lugares preferidos: el Parque Natural de Somiedo, cuyos límites coinciden con los del concejo del mismo nombre, con capital en Pola de Somiedo.
Somiedo es posiblemente el lugar de Asturias que más sistemas de protección distintos acumula, ya que además de Parque Natural es ZEPA y LIC, entre otras cosas. Y es normal, ya que aquí aún hay osos, ciervos, corzos, lobos...
Para ir a Somiedo se puede ir desde el sur, desde las montañas de Babia atravesando el Puertu de Somiedu, hasta hace unos años asturiano y ahora perteneciente al ayuntamiento leonés de Cabrillanes tras resolverse un pleito de varios siglos, o a través de Belmonte.
Hay otro par de accesos, pero son para gente más aventurera y paciente: el Puerto de San Lorenzo, desde Teverga (si se viene de la zona de Oviedo, por ejemplo, se coge este acceso en Trubia o Ribera de Arriba) y el Puerto de la Farrapona que creo que comunica con la leonesa Torrestio.
Somiedo se divide en cinco valles, cada uno con sus peculiaridades e idiosincrasia. Son todos absolutamente recomendables.
El primero es el valle del río Somiedo. La carretera principal que pasa por Somiedo sigue este valle desde el Puertu hasta el límite con Belmonte. Destacan de aquí Pola, con sus vistas de la montaña, algunos pueblos de montaña como La Peral y la zona de túneles de la carretera, en el tramo comprendido entre las centrales de La Malva y La Riera. Antes de La Malva, si venimos de Pola, hay una pequeña ruta de senderismo de unos tres kilómetros que me han recomendado (y que no pude hacer) y que nos deja en Castro.
El segundo valle empieza en el Lago del Valle, sigue el curso del Río del Valle hasta Valle del Lago, con su precioso embalse (que no es un lago). Las aguas del Río del Valle las recoge un poco más adelante el Sousas, cuyo curso seguirá hasta Pola, donde se une al Somiedo.
Merece mucho la pena tanto Valle del Lago, precioso, con unas vistas muy hermosas del embalse, y más adelante el paseo que hay desde L'Auteiru hacia el Lago del Valle. Cuando llueve y nieva el camino se complica mucho.
El tercer valle es mi preferido. Es tal vez el más suave de todos en su parte alta, en el alto de La Farrapona, cerca del pueblo de Saliencia, y el más abrupto en su tramo final, donde el río Saliencia desemboca en el Somiedo, en la central de La Malva.
En Saliencia hay mucho que ver: tanto las vistas desde las montañas cercanas, frente al pueblo, como el camino hasta el alto de la Farrapona o las brañas, como la de La Campa) y la subida al Camín Real de la Mesa: muchas rutas, buena gente (con una retranca terrible si te ven cansado), unas brañas en perfecto estado...
Las dos veces que fui me alojé en Saliencia, en Casa Bernabé: buen precio, un trato genial (merece la pena hablar con la familia, amabilísima) y muchísima tranquilidad. El defecto: el móvil no funciona y la tele, al menos cuando fui, antes de la era de la TDT, tampoco. Cosas de la cobertura, aunque bien pensado eso tal vez sea una ventaja y no un inconveniente.
Eso sí, si buscáis un buen bar... pues aquí no hay: está el del albergue, pero no abre siempre y luego está el bar que hay a la entrada, pero el dueño era un soso. Una cosa más: en Saliencia es mejor dejar el coche en el aparcamiento a la entrada del pueblo y luego caminar. Si hay posibilidad de nevada, mejor levantar las escobillas para que no tengan que soportar el peso de la nieve.
Después tenemos el valle del Río de Veiga, que comienza en el Puerto de San Lorenzo, con inigualables vistas de Teverga y Somiedo, y algunos pueblos interesantes como Las Morteras. Lo que merece la pena es la carretera en sí por sus vistas y alguna cabaña de teito que pueda haber al lado de la vía.
El último es el valle del río Pigüeña, que podemos recorrer en coche desde su final, en Aguasmestas (límite con Belmonte) hasta el pueblo de Villar de Vildas. En Villar de Vildas se come muy bien. He ido a un par de sitios (Torre Villar y La Casona) y he comido genial. Me recomendaron también La Pornacal.
Villar de Vildas tiene un pequeño defecto: es zona ganadera y en algunas casas del centro del pueblo el estiércol de las vacas se almacena en un pequeño depósito al lado de la cuadra, lo que hace que el pueblo tenga a veces un olor bastante desagradable. Por lo demás, es un pueblo muy bonito.
Desde Villar de Vildas podemos ascender unos tres kilómetros hacia la Braña de la Pornacal, que es quizás la más importante de todo el concejo ya que es enorme y está muy bien conservada. Por desgracia, tampoco llegué a visitarla por culpa de la lluvia en una ocasión y en la otra porque mi acompañante se desfondó físicamente y tuvimos que dar la vuelta a mitad de camino.
Todo el tiempo he estado hablando de brañas y he mencionado las cabanas de teito. Una braña es una agrupación de cabanas, y una cabana es una choza con muros de piedra y tejado hecho de escoba, por lo general. Las brañas que se conservan eran algunos de los antiguos poblados de trashumancia. Otros se convirtieron en asentamientos permanentes, como La Peral.
La historia entre los pobladores trashumantes y los más sedentarios está llena de bastantes abusos y humillaciones, en la que los primeros llevaban siempre las de perder. Es una historia interesante, pero se sale del propósito de este post.
Como habéis visto, esta es una zona en la que la nieve forma parte de la vida cotidiana. Así que si váis hay que estar preparados: ropa adecuada, calzado adecuado, cadenas en el coche y tampoco sobra tener algo de comida, mantas y tampoco sobra una pala, por lo que pueda pasar.
El mapa
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