Las pallozas de Balboa (El Bierzo-León)

viernes, 3 de julio de 2009

No todo va a ser viajar de aquí para allí. A veces lo que realmente apetece es encontrar un lugar agradable donde tomarse algo y conversar con los amigos.

Y si estas por las cercanías de El Bierzo se me ocurre un plan que no puede fallar: visitar las Pallozas de Balboa.

Una palloza es el tipo de casa por definición de los Ancares: muros de hechos de losas de piedra y un techo hecho a base de ramas de árbol y tapado con paja.

Balboa es un municipio fronterizo con Galicia y que bebe directamente de su cultura. Como algunos otros municipios fronterizos Balboa acabó bajo jurisdicción leonesa por una decisión administrativa que ignoraba la realidad social y cultural de esta zona, antaño perteneciente al Reino de Galicia.

Y es que la música que puedes escuchar en las pallozas es gallega, y la gente te hablará en gallego. De hecho, el mismo nombre "Balboa" es de origen gallego: La "B" es una impostura, ya que originalmente era "Valboa" (significa "Valle bueno", literalmente).

Para llegar a Balboa deberemos abandonar la A-6 en la que posiblemente sea su salida más famosa: la salida para Vega de Valcarce y su célebre gasolinera/hotel. En los tiempos en que la N-VI era la única salida aceptable hacia la meseta de las provincias de Lugo y A Coruña este sitio era la puerta de Galicia: aquí encontraban los automovilistas un área de descanso y de aprovisionamiento antes de cruzar los Ancares (o tras haberlo hecho)

La ruta a Balboa está bien señalizada. Si no vamos demasiado rápido para evitar que se nos pase alguna señal deberíamos llegar a la capital misma del municipio, deteniéndonos en la plaza del ayuntamiento, donde podemos admirar la iglesia del pueblo y orientarnos de nuevo.

A esta plaza llegan tres carreteras: la de Vega de Valcarce (por donde venimos), la de Chan de Villar, y la de Canteixeira (oficialmente "Cantejeira").

Si vamos en dirección a Chan de Villar nos encontraremos con la primera de las pallozas: la Taberna de Chis. Es la más grande de las tres y para mi gusto la menos acogedora: se hizo a lo grande y ese es su punto en contra. Yo tenía la sensación de estar en un pabellón municipal o algo por el estilo. Lo más salientable son las tallas de madera que tiene y el hecho de que sus dos pilares se asienten sobre dos castaños enormes ya muertos. Tiene un pequeño escenario para conciertos.

Volviendo a la plaza de Balboa, justo al lado, cruzando un pequeño puente en la carretera de Canteixeira, nos encontramos con la segunda de las tabernas. Mucho más pequeña, pero bonita y acogedora, su chimenea central hace las delicias de los parroquianos en los días de frío. El día que fui había magosto y los asistentes podíamos disfrutar de un platito de las inigualables castañas bercianas bien asadas y calentitas. También hay un pequeño escenario para actuaciones

Para terminar la noche el plato fuerte: la palloza de Canteixeira. Esta aldea queda a unos dos o tres kilómetros de Balboa, subiendo por una pequeña carretera con muchas curvas y bastante empinada. Cuando entremos en ella deberemos buscar un lugar para aparcar (tiene su arte: sus calles son estrechísimas y bastante empinadas, y el firme es de cemento), para a continuación buscar la palloza, que queda en la parte superior del pueblo.

Es la única palloza realmente tradicional de las tres. El ambiente es fantástico y muy acogedor. El día que fui había unos músicos en el nivel inferior tocando sentados en torno a una mesa y creando un ambiente estupendo.

En el nivel superior había una lumbre sobre la cual ponían un artilugio (se puede ver en una de las fotos) dentro del cual se asaban las castañas, que luego ponían a disposición de los asistentes en una pequeña cestita.

Me sorprendió ver algunas caricaturas de viñetistas de "El Jueves" colgadas de una de las paredes y dedicadas al lugar... aunque la verdad no me extraña que les gustase el sitio: a mi me encantó

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