Dicen los entendidos que el mejor pulpo del mundo es el de Mugardos, pero que no hay nadie que lo prepare como las pulpeiras de O Carballiño, lo cual no deja de ser curioso, porque este pueblo está en la provincia de Ourense, a unos ciento y pico kilómetros del mar más cercano.
También es curioso la forma en que en décadas pasadas se maltrataba el nombre, al que se castellanizó con el simpático apelativo de "Carballino" que deja al descubierto la basta (sí, con "b", no es un error) incultura de alguna gente (Carballiño en gallego significa literalmente: "roblecito")
De vez en cuando apetece acercarse hasta esta villa a disfrutar del buen hacer de mis pulpeiros preferidos, que regentan un local cutre y sin concesiones de cara a la galería: no busquéis ni obras de arte, ni una decoración fashion, ni una vajilla de porcelana con servilletas de hilo. Lo único que tienen, y de lo que realmente viven es de hacer uno de los mejores pulpos que he comido en mi vida. Y cada vez que voy está igual de bueno... por eso vuelvo. No necesitan más.
Sólo de recordar esa tapita, con el pulpo colorado por el pimentón, y con las perlas de sal recubriéndolo, y bañado por ese aceite de oliva tan bueno, y en esa tapa de madera tan tradicional, y acompañado por un pan del país espectacular... bufff... ¡me muero de hambre!
Si pasáis por la provincia de Ourense, merece la pena desviarse hasta O Carballiño sólo para visitarlo.
Esta pulpería es relativamente sencilla de localizar: una vez dentro del casco urbano de Carballiño, hay que buscar el ayuntamiento (en la Plaza Mayor), y al lado derecho del edificio veréis un pequeño toldo verde. Es ahí.
El mapa
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