Vila Real de Santo António (Algarve, Portugal): La ciudad prefabricada

viernes, 3 de abril de 2020

 
Praça do Marqués de Pombal

Las ciudades planificadas parecen algo moderno, contemporáneo, pero es casi tan viejo como el hombre. Los romanos, a partir de sus campamentos, fundaron numerosas ciudades. Y otras muchas culturas también lo hicieron.

Así que podríamos pensar que Vila Real de Santo António no tiene nada de particular. Y nos equivocaríamos. Lo que hace singular a Vila Real es que fue una ciudad planificada y construida a partir de edificios prefabricados. Teniendo en cuenta que los trabajos empezaron a finales del siglo XVIII hablamos de una obra adelantada a su tiempo.

 
Detalle de la cuadrícula urbana de Vila Real de Santo António

La historia de Vila Real empieza de algún modo con el Gran Terremoto de Lisboa (1755). Os recomiendo que leáis la entrada de la wikipedia sobre este terremoto porque su impacto en la historia fue indeleble. Sirvió para fundar la sismología, impactó en la filosofía e incluso se construyeron algunos edificios resistentes a terremotos durante la reconstrucción.

En el momento de producirse dicho terremoto había una guerra abierta entre la alta nobleza portuguesa y el favorito del Rey, el Marqués de Pombal. Los primeros consideraban al segundo un advenedizo sin nobleza y el Marqués, por su parte, consideraba que los nobles eran corruptos e ineficaces.

 
Edificios al lado del puerto

La competente respuesta del Marqués al terremoto le granjeó una gran popularidad. La reconstrucción en tiempo récord de la capital y la forma en que gestionó el cuidado de los supervivientes le dieron un crédito ilimitado. La inmensa popularidad ganada acabó con el poder de la nobleza y un poco claro intento de magnicidio sobre el Rey poco tiempo más tarde condujo a la exterminación de la familia Távora, una de las más poderosas, y a la consolidación de la posición del Marqués, que se acabaría convirtiendo en una figura central de la historia portuguesa.

Años después, ya siendo hombre fuerte del país de forma indiscutida y tras una breve guerra con España, el Marqués estimó que el Algarve estaba desprotegido ante una eventual invasión desde Sevilla. Tan sólo Castro-Marim al sur y Alcoutim un poco más al norte, enfrente a Sanlúcar de Guadiana, pero demasiado retirado para ser de ayuda, se interponían en el camino de esa hipotética invasión. Además existía la necesidad de controlar el tráfico de mercancías que entraba y salía por el Guadiana, que es navegable por muchos kilómetros.

 
Puerto deportivo de Vila Real de Santo António

Para aumentar las defensas de la frontera decidió que necesitaba aumentar la población local. Para ello se decidió la construcción de una ciudad totalmente nueva siguiendo los mismos principios que se habían aplicado en la Baixa lisboeta.

El lugar elegido fue el que ocupaba una aldea de pescadores que se llamaba Santo António da Arenilha.

Se estableció una malla ortogonal a partir de la plaza principal, que hoy lleva su nombre. En esta plaza fue donde se erigieron los primeros edificios, entre ellos el del ayuntamiento, la iglesia y la Casa de la Guardia.

 
Barcos en el puerto deportivo

Las canterías necesarias para la construcción se elaboraban en Lisboa y se enviaban por barco hasta Vila-Real, donde se utilizaban de forma inmediata. En apenas dos años la ciudad fue levantada en el lugar de una antigua aldea de pescadores que había desaparecido tragada por las arenas y las tempestades. La nueva ciudad se convirtió en un puerto de mercancías y desde un primer momento fue una población próspera.

El comercio marítimo-fluvial y la pesca fueron grandes motores económicos, junto con la explotación agrícola de sus tierras. En las últimas décadas el sector turístico ganó peso debido al extenso arenal que nace en la desembocadura del Guadiana y que es una prolongación de los de la Ría Formosa.

El mapa
Tierras de Frontera

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