Castillo de Alburquerque
Castelo de Marvão
Castelo de Marvão
Carretera Marvão-Castelo de Vide
Castelo de Vide
Centum CellasCon esta etapa termina nuestra larguísima ruta por el occidente de la Península Ibérica que nos ha llevado a recorrer buena parte de Portugal, Andalucía Occidental y un poquito de Extremadura.
Para finalizar vamos a cerrar el círculo volviendo a Galicia por el Portugal interior, mucho menos conocido en España, si cabe, que la costa lusa.
La primera parte de la etapa va a ser un pequeño recorrido por algunos castillos de frontera, y podemos empezar por visitar la capital de la provincia, a unos 50 kms por la A-5, que vendría siendo una de las autovías más importantes de España ya que une directamente Madrid con Lisboa (en territorio luso su nombre es A-6), y por tanto canaliza buena parte del tráfico de mercancías entre ambos países y desde Portugal hacia el resto de Europa.
Dentro de Badajoz hay un puñado de cosas para ver, como la alcazaba, la puerta de Palmas o los jardines de la Galera. De Badajoz cabe decir que fue fundada por los árabes, al parecer sobre un asentamiento visigodo en decadencia, por un tal Ibn Marwan, ("el hijo del gallego"), que sería un renegado.
Por toda esta tierra hay muchos castillos, como el de Alburquerque, aún en la provincia de Badajoz y en la carretera que une a la capital provincial con Valencia de Alcántara. Este fue otro de esos castillos de frontera que sirvieron para proteger a Castilla de los reinos musulmanes primero, y después para proteger a Castilla de Portugal. Actualmente se está construyendo un parador de turismo en él que no parece contar con el favor de los vecinos.
Siguiendo hacia tierras de Alcántara, por un paisaje llano pero que se va ondulando progresivamente hasta encontrar algunas crestas graníticas y apareciendo cada vez más pino. Y si vemos hacia el oeste vemos que es un poco más escarpado y un poco más verde: se trata de la Serra de São Mamede, ya en Portugal. Estamos así de cerca de la frontera.
Lo poco que vi de San Vicente y Valencia de Alcántara no era demasiado seductor (apenas una iglesia) y ni me detuve, así que proseguí viaje hasta Marvão, ya en territorio portugués.
Antes hablaba del fundador de Badajoz, Ibn Marwan. El parecido entre su nombre y Marvão no es casual, ya que también fue el fundador de este lugar. Marvão es un castillo construido en un pico desde el que se domina toda la comarca circundante, la vecina Castelo de Vide, la Serra de São Mamede y las tierras al otro lado de la frontera española. Dentro del castillo, además de las torres, es interesante visitar la cisterna que nos da una idea de cómoalmacenaban el agua en esa época (y lo potable que podía ser...)
Debo decir que las vistas desde el castillo son impresionantes, y que el pueblo que le rodea es precioso y tiene varios miradores y merece la pena invertir algo de tiempo en callejear por él.
Y ya que vemos Castelo de Vide, pues allá nos dirigimos, a visitar sus murallas y sus jardines, que le han valido el sobrenombre de "Sintra del Alentejo".
En Castelo Branco no he parado, aunque queda al lado de la autopista, y de Covilhã tampoco puedo decir nada, aunque desde el coche se veía bastante prometedora. Pero el tiempo, amigos, es el que es y yo no lo tenía para visitar Covilhã, que está construida en la ladera de una montaña, al pie de la Serra da Estrela.
Un poco más adelante está nuestra penúltima parada, Centum Cellas, en Colmeal da Torre (Belmonte). Queda bastante cerca de la autovía, así que no hay que hacer demasiados números para dar con el sitio.
Centum Cellas es una construcción que, hasta donde sé, procede de tiempos romanos. Fue una villa con una arquitectura bastante peculiar, que al ser despojada de sus elementos de madera y ser en parte canibalizada ha adquirido un aspecto único que ha dado lugar a numerosas leyendas.
Por cierto, que si hay tiempo y apetece, en Belmonte hay un castillo que tiene buena pinta, pero que no conozco. Se ve desde Centum Cellas, así que tampoco debe ser muy difícil llegar hasta él.
Otra posible parada puede ser Guarda, con su imponente Sé (Catedral) y su gárgola vuelta hacia España, mostrándole el culo en señal de desprecio y desafío. Como se puede suponer, Guarda tuvo protagonismo en algunos episodios en las guerras que enfrentaban a Castilla y Portugal.
Por último Viseu puede ser otra parada interesante (aunque tampoco pude visitarla por falta de tiempo). Tiene muralla romana, otra posterior medieval, iglesias, capillas, basílicas y unos cuantos paços. Por desgracia, tampoco tuve tiempo de parar aquí, pero espero corregirlo en el futuro.
Y de aquí, a España. Hay una bifurcación de autovías, las dos libres de peaje: podemos ir hacia el norte y pasar por Chaves, cuyo castillo y murallas, además de sus otros muchos monumentos, pueden ser un buen final de viaje antes de volver a territorio español cerca de Verín (Ourense)... o bien ir a Aveiro y regresar por Porto hacia la frontera en Tui. Esta segunda opción nos obliga a pasar por Porto y a volver a enfrentarnos a su alocado tráfico, lo cual es una cuestión a tener muy en cuenta.
Y con esto finalizamos la ruta. Espero que os haya gustado y que os sirva de alguna utilidad en vuestros viajes por alguno de los lugares que hemos visitado.
El Mapa
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