Galicia es conocida como "La tierra de los mil ríos"
Uno de ellos es el Río Lérez, que forma un bonito valle y se nutre de pequeños afluentes en sus menos de 100 km. Su desembocadura formaba una marisma con el río Rons, conservando una fracción de su extensión original. Los últimos metros abrazan a la ciudad de Pontevedra, llamada "Pontus Veteris", o "puente viejo" en latín. Por eso siempre ha sido "la ciudad del Lérez", hasta su nombre se refiere al río.
Para los que no sois españoles, tal vez sea conveniente explicaros qué es una ría: una ría es un valle costero que ha sido inundado por el mar. En Galicia esto pasó tras la última glaciación. La subida del nivel del mar inundó el curso bajo de algunos ríos gallegos y lo que un día fueron colinas, como Illa de Tambo, se convirtieron en islas.
Porto de Campelo |
En el puerto y lonja de Campelo se centra la explotación marisquera y en menor medida, pescado. Tres cofradías la explotan conjuntamente.
Desde allí sale una ruta peatonal, la de a Ostreira, que nos lleva hasta Combarro.
Combarro |
Combarro es un conjunto urbano de gran belleza y valor, con sus hórreos, soportales y casas tradicionales, y con una inconfundible fachada, aunque ya casi no se atan barcas a los pies de los hórreos, como se hacía antiguamente.
Su puerto nuevo acabó con una de las imágenes más típicas de Galicia. Ahora las bateas y las barcas conviven con yates recreativos. Desde este puerto se puede tomar el barco para visitar Tambo.
En la parte alta de la parroquia hay algunos miradores. Aunque algunos de ellos ya están cegados por eucaliptos. Debieron subestimar el tamaño que pueden alcanzar. Tanto en el vídeo que enlazo al principio de este post, como en este otro podéis disfrutar de las vistas desde un dron.
Bosque de Colón |
El Bosque de Colón se plantó en 1992, para conmemorar el V Centenario. Hay quien dice que Colón nació en Poio, y por eso EEUU regaló 500 secuoyas. Hoy tienen ya un buen tamaño y son una visita diferente.
Las playas de la orilla norte, pequeñas y coquetas, han atraído a turistas de España y Portugal. Si vas en el momento adecuado, puedes recordar cómo era antes de convertirse en uno de los destinos más populares, con pequeños barcos faenando a primera hora.
Mirador de Raxó, con Tambo en la ría |
Covelo tuvo antaño una gran conservera. Hace mucho que desapareció, pero las bateas siguen aquí y dominan el paisaje que puedes ver desde la ruta que va desde aquí a la playa de Samieira.
Entramos en tierras de Sanxenxo (se pronuncia sanshensho) empezando por otro pequeño puerto y playa, como Raxó, con su inconfundible mirador a la parte interior de la ría.
No soy muy fan de Sanxenxo o Portonovo, cuyo urbanismo salvaje ha desvirtuado completamente lo que un día fue un pequeño pueblo marinero, pero las playas de la parte exterior de la ría y de la fachada atlántica son otra historia.
Porto de Portonovo desde la playa de Baltar |
Desde Punta Montalvo, final de la Ría de Pontevedra, vemos Illas de Ons, rompeolas natural en la boca de la ría, y algunas playas de mar abierto, tan diferentes a las de la ría y que por suerte no han sido demasiado urbanizadas. Destacan Bascuas, Montalvo y Pragueira, pero hay algunas más. Una nueva ruta de senderismo nos lleva a conocerlas.
Un poco más allá está el Itsmo de A Lanzada con su santuario de Nosa Señora, en una península entre playas. Aquí hubo un castro, un castillo, y también una necrópolis romana. Poco queda de ellos, aunque se trabaja en su conservación
A Lanzada es una playa de leyenda. Siendo una playa de nueve olas, las mujeres infértiles que bañaban aquí con la esperanza de poder concebir. Y en las noches de luna llena, cuentan los viejos del lugar que se celebraban aquelarres.
El monte Siradella ofrece vistas de la península de O Grove, rodeada por la zona intermareal protegida Umia - O Grove. Illa da Toxa, con sus aguas medicinales y las bateas de O Grove.
Playa de Castiñeira (Con Negro) en San Vicente do Mar |
La Ría de Arousa, la más extensa, ofrece desde aquí un espectáculo con los mayores polígonos de bateas de Europa. Y al oeste, Balea y San Vicente do Mar, que tiene una de las costas mejor conservadas de Galicia.
Un poco más allá del faro, en O Carreiro, está Adro Vello, otro yacimiento arqueológico de gran interés por su variedad.
Y aquí termina nuestro recorrido por la orilla norte de la Ría. Una de las rutas más bonitas que se pueden hacer en Galicia.
El Mapa
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