Sigüenza (Guadalajara, Castilla-La Mancha), la guardiana del Henares

jueves, 25 de abril de 2019

 

Sigüenza es otro de esos pueblos medievales que abundan en la mitad norte de la península, de cuando la Reconquista era cosa seria. Aunque la ciudad en sí no es del todo conocida, sí que lo es el apellido Sigüenza, que es relativamente frecuente en España.

Sigüenza es un festín para los ojos. Dispone de una concatedral que preside una plaza rodeada de soportales y desde la que parte una calle que sube hasta el castillo, que actualmente es Parador Nacional. Estos tres elementos son lo más espectacular de la ciudad (tal es su título), pero no son ni mucho menos lo único que merece la pena ver.

Murallas de Sigüenza

Sigüenza dispone de un casco histórico que merece mucho la pena visitar. Sus calles ofrecen innumerables rincones para el aficionado a la arquitectura o a la fotografía. Casas que parecen tener siglos a sus espaldas y que lucen como el primer día.

En tiempos Sigüenza fue un lugar importante. Su situación, en el valle del Henares, la hace controlar una de las principales rutas de comunicación de la península. Por ejemplo, igual que Daroca, está en uno de los caminos que unen Madrid con Barcelona. Y en la ruta más directa a Zaragoza, la otra capital de la Corona de Aragón.
 
Plaza Mayor y Catedral

Pero la historia de la ciudad comienza mucho antes y hay evidencias de poblaciones antes de la llegada del Imperio Romano, tanto cerca de la ubicación actual como en lugares cercanos, como el castro de Castilviejo. Ya era importante para los celtíberos y fue asediada por el cartaginés Aníbal. Para los romanos también era importante porque la calzada que unía Zaragoza con Mérida pasaba por aquí. La diócesis fue fundada en primer término durante la ocupación visigoda o tal vez en los últimos tiempos del Imperio.

 
Castillo de Sigüenza (Parador de Turismo)

Como casi toda la península Sigüenza fue ocupada por los invasores árabes, que construyeron una alcazaba para guardar el valle del Alto Henares. Tras la conquista cristiana se recuperó la diócesis y se construyó su imponente catedral, finalizada siglos después, y la alcazaba fue reformada para darle su aspecto actual. La Reconquista fue un período complicado para la ciudad puesto que estaba en zona fronteriza y sufrió ataques de uno y otro lado debido a su valor estratégico. La plaza que está enfrente de la catedral fue construida por el futuro Cardenal Mendoza, que llevó a la ciudad a su máxima prosperidad. Por bula de este cardenal Juan López de Medina fundó la Universidad de Sigüenza, que desaparecería durante el siglo XIX para integrarse en la de Alcalá.
 
Plazuela de la Cárcel

Durante la Guerra Civil Sigüenza quedó en el territorio controlado por la república y la guarnición de la ciudad, que no pertenecía al ejército regular fusiló al obispo. A finales de 1936 las tropas franquistas tomaron la ciuda y más tarde fue bombardeada por los republicanos. De estos episodios aún restan desperfectos y las huellas de los impactos de balas en las paredes de la catedral y otros edificios

Además de la catedral, la plaza y el castillo, destacan en Sigüenza sobre todo edificios religiosos, como numerosas iglesias y monasterios y algún humilladero, algún edificio civil como la Casa del Doncel o la antigua plaza mayor, de origen medieval y restos de las murallas de la ciudad. Este importante patrimonio le valió a Sigüenza la declaración de conjunto histórico artístico a mediados del siglo XX.

 
Castillo de Riba de Santiuste

Pero no sólo merece la pena visitar la capital municipal de Sigüenza. En su término municipal hay otros puntos de interés, como las Salinas de Imón o la población de Palazuelos, con su castillo y lo que queda de sus murallas (y que no visité porque estaba diluviando), el castillo de Riba de Santiuste o el castillo de Pelerina.

Mapa

Ruta por Guadalajara

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