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La Ciudad Encantada de Cuenca (Castilla-La Mancha): la naturaleza como escultora

lunes, 27 de mayo de 2019

 

En la vida de casi todos hay algún lugar que deseamos visitar desde pequeños. En mi caso uno de los lugares que estaban en esa lista es la Ciudad Encantada de Cuenca.

Recuerdo haberla descubierto en un documental de Televisión Española y enseguida capturó mi imaginación. Esas formas tan caprichosas de la roca, tan extrañas, tan únicas me hicieron añadirla inmediatamente a mi lista de "cosas para ver". Cuando más adelante vi "Conan, el Bárbaro", mi interés por el lugar no hizo más que crecer.

El problema principal es que Cuenca está en medio de la nada, o eso creía. Hoy en día tengo una imagen mucho más completa (y favorable) de esas provincias frecuentemente olvidadas entre Valencia y Madrid.


Pero todo llega en esta vida y visitar la Ciudad Encantada, también.

En rigor no es un destino "desconocido", como tantos otros de este blog. La Ciudad Encantada lo es aunque tal vez sea más conocido que visitado. El nombre, por cierto, se debe a un viajero inglés del siglo XIX sorprendido por la magia que desprenden los diferentes procesos erosivos que aquí se encuentran y que dan al lugar aspecto de ser un parque escultórico.

Para llegar a la Ciudad Encantada desde Cuenca se pasa por el cañón del Júcar, que ya de por sí merece alguna parada, y se avanza por una comarca de colinas cubiertas por pinos. Entre los árboles y la maleza se pueden adivinar algunas formas que la erosión ha ido tallando en la roca caliza y que sirven de introducción a lo que veremos más adelante y la justificación para la creación del Parque 
Natural de la Serranía de Cuenca.


En medio del bosque, salidos ya del valle por el que discurre la carretera y tras unos tramos de carretera bastante rectos para lo que es la zona llegamos a la Ciudad Encantada. No vais a tener problemas para aparcar porque hay bastante sitio para dejar el coche.

La Ciudad Encantada se encuentra en una finca privada a la que se accede previo pago de 5€ en la entrada. No sé si es un precio fijado por el ayuntamiento, algún consorcio o algo, pero me parece razonable y ajustado.

Para recorrer la ciudad encantada hay que seguir un sendero que está perfectamente señalizado. Con eso y el folleto que te dan en la entrada resulta muy fácil seguir lo que se está viendo. La longitud de este sendero es de unos 2,5 kms.


El inicio del recorrido empieza con el Tormo Alto, quizás la formación más icónica del conjunto. Como carta de presentación no está nada mal, con esa forma que parece imposible en una roca. Supongo que los árboles que rodean al conjunto, sirviendo de cortavientos, permitirán alargar su tiempo entre nosotros, pero la erosión continúa su trabajo, implacable, y en algún momento dejará de existir. La explicación de este fenómeno es la erosión diferencial. Las rocas más duras de los estratos superiores resisten mejor a la erosión que las inferiores, más blandas. Eso hace que se vaya formando esta especie de seta pétrea. Algo así había visto en Las Bardenas Reales de Navarra, pero con sedimentos mucho más blandos.

Un poco más adelante está otro de los lugares más conocidos, ya que fue uno de los escenarios donde se rodó Conan, el Bárbaro. Ese en el que seduce/es seducido a una bruja que vivía en una cueva. A partir de ahí las maravillas se van sucediendo: los barcos, el perro, el barco romano... hasta llegar al conocido como "El Tobogán", que es un pasillo muy estrecho, como un cañón, que atraviesa una masa rocosa. Desde arriba imagino que el aspecto será como el del tajo de un cuchillo en una barra de pan.

 

A su salida más formaciones singulares, como la foca con la pelota o la lucha entre el elefante y el cocodrilo, pero entre medias se pasa por el Mar de Piedra. Este Mar es la roca madre sobre la que se formó el resto. En algún momento del pasado rocas más blandas, pero similares a estas, procedentes del lecho de un mar ya desaparecido, Thethis, debieron extenderse por toda la planicie. De alguna manera es como hacer un pequeño viaje en el tiempo hasta las primeras etapas de la formación de la Ciudad Encantada.

El camino continúa pero ya va tocando a su fin. Nuevas formaciones, arcos como "El Convento", que parece ojival o la parte de "Los Amantes de Teruel" nos acompañarán hasta la salida, completando esta especie de monumento a la erosión que afortunadamente ha llegado hasta nuestros días. Lamentablemente otras formaciones están fuera del camino y se adivinan a lo lejos. Ojalá algún día los responsables del parque decidan añadir ramales a los senderos para que los visitantes podamos disfrutar de ellas.

 

Lista de las formas del recorrido:

    Los barcos.
    El perro.
    Cara de hombre
    La foca.
    El tobogán.
    El puente romano.
    Mar de piedra.
    Lucha elefante cocodrilo.
    El convento.
    Hongos.
    Teatro.
    La tortuga.
    Los osos.
    Los amantes de Teruel.
    La cara de Ariadna.

El mapa


Ruta Combinada
  • Granadilla
  • Hervás
  • Valle del Jerte
  • Garganta de los Infiernos
  • Garganta la Olla
  • Cuacos de Yuste 
  • Plasencia 
Rutas relacionadas

Provence-Alpes-Côte d'Azur (V): Luberon (II): Roussillon

domingo, 27 de enero de 2019

 

Alguna vez he mencionado que tal o cual pueblo está en la asociación de "Los Pueblos Más Bonitos de España". Esta asociación está inspirada en otra francesa que agrupa a los pueblos más bonitos de Francia.

Revisando mi lista de sitios vistos en Francia he visitado un puñado de ellos, incluso sin saber de esta asociación. La Flotte y Ars, en Île de Ré. Navarrenx (que es bonito, pero no creo que vaya a escribir un post sobre él porque tampoco es nada del otro mundo), Saint-Jean-Pied-De-Port, Villefranche-de-Conflent (que ya veremos), Les-Baux-de-Provence, Gordes y Ménerbes (por donde pasé pero no me detuve mucho rato porque iba mal de tiempo)

 

Pues bien, hoy vamos a ver otro de esos pueblos, y para mí el que más me gusta de todos los visitados: Roussillon.

Roussillon es un pueblo que de por sí ya merece una visita. Uno de esos pequeños pueblos de la Provenza que se han construido en el Macizo de Luberon, un poco al estilo de Gordes o Goult. Las casas, de un vistoso color rojizo, serpentean por las laderas de la colina donde se asentaba el castillo y donde hay algún mirador sobre la comarca circundante.

 

Hay varias iglesias, alguna bastante modesta, siempre con el omnipresente color rojizo. Hay varios párkings y, al menos los que vi, eran de pago y evitan de esta manera el paso de coches por el casco urbano que es, esencialmente y salvo por muy pocos vehículos de los vecinos, una preciosa zona peatonal jalonada de terrazas, restaurantes y las inevitables tiendas de souvenirs.

 

Pero Roussillon no es conocida por esto. Roussillon es conocida por la industria del ocre que se desarrolló aquí a partir de finales siglo XVIII y floreció hasta 1930 en que conoció un fin abrupto para preservar el lugar, cuya degradación era ya preocupante.

Las tierras que rodean Roussillon son ricas en hierro y sus óxidos han coloreado el suelo con diferentes tonalidades desde el casi blanco hasta el granate y marrón, pasando por vistosos rojos que son el origen del colorido de los edificios del pueblo. No es la única de las villas de la zona que explotaron el ocre, pero es quizás la más importante.

 

Las necesidades de hierro para la naciente revolución industrial y las necesidad de colorantes para el textil significaron la intensificación de la explotación de esta riqueza natural. Canteras y fábricas se abrieron en los alrededores de la villa y dieron trabajo a sus habitantes durante más de un siglo. Tanta era la pujanza de este negocio que prosperó incluso en el complicado entorno social de la Revolución Francesa y el Imperio bonapartista.

 

El sendero de los ocres


Para conocer esta parte de la historia de Roussillon se habilitó el llamado "Sendero de los ocres" (Sentier des ocres), que a lo largo de un recorrido acotado y señalizado te permite recorrer las canteras más cercanas a Roussillon. Es bastante impresionante y si váis a visitarlo espero que elijáis un día con sol. A mi me nubló nada más llegar y apenas pude disfrutar de unos minutos de color vivo y brillante antes de que se apagase.


Se accede al Sendero de los Ocres por la parte oriental de la villa y hay un párking (de pago) relativamente cerca. La entrada al sendero también es de pago, aunque no la recuerdo excesivamente cara. La variedad de los colores de la tierra, el contraste con las zonas cubiertas de pino y aquellas de descampado son un festival para la vista. En el sendero hay sitios para descansar y recrearse y tramos de senda realmente hermosos.

 

Eso sí, llevad ropa y calzado que se pueda manchar: el polvo de las canteras, suelto y desplazado por el viento y por los pies de miles de tristas os va a hacer llegar al final con un cierto tono rojizo. Lo impregna todo: desde las señales y los asientos hasta las hojas de los propios pinos

El Mapa

Ruta combinada
Ruta combinada

Otros lugares cercanos (relativamente)

Nacedero del Urederra (Bakedano, Navarra)

lunes, 6 de marzo de 2017

Sierra de Urbasa (Navarra, España)
Sierra de Urbasa desde Allín


Urederra (Bakedano, Navarra)
Pista de acceso al Urederra


Urederra (Bakedano, Navarra)
Senda paralela al Urederra


Urederra (Bakedano, Navarra)
Pequeña cascada en el Urederra


Urederra (Bakedano, Navarra)
Senda paralela al Urederra


Urederra (Bakedano, Navarra)
Terrazas de cal en el Urederra


Urederra (Bakedano, Navarra)
Puente en el tramo final


La fotografía me ha aportado mucho en mi vida. He conocido a gente, he tenido experiencias maravillosas y he visto las fotos de mucha gente que me han descubierto lugares mágicos que más adelante he intentado conocer.

Uno de esos sitios es el nacedero del Urederra, en Navarra. Aquellas fotos del hayedo, de esas aguas verde esmeralda, de sus remansos y saltos de agua capturaron mi imaginación y marqué el lugar para verlo en cuanto pasase más o menos cerca. El nombre en vasco del lugar, "Agua bonita", no podía ser más apropiado.

Y cuando llegó el día debo decir que Urederra es mucho más impresionante de lo que imaginaba, y mucho más difícil de fotografiar de lo que podía suponer.

El Urederra es un río que nace en la Sierra de Urbasa, muy cerca del pueblo de Bakedano, a donde deberemos dirigirnos para visitar el lugar. Para preservar el entorno de la presencia humana se ha establecido una limitación de visitantes y se debe reservar por internet. También se puede ir a la oficina de turismo pero el número de entradas disponibles para el día es mucho menor. Yo tuve mucha suerte y me la dieron en el aparcamiento, pero al parecer eso cambió desde que fui, en 2015. Aunque la entrada al parque es gratuita el párking es de pago. Según veo por internet este era el precio en 2016: 3€/vehículo, 2€/motocicleta, 5€ autocaravana, 10€/bus grupo hasta 15 pax, 20€/bus grupo +15 pax. Yo no pagué nada porque era junio y llegué un poco tarde, con lo cual ya se había ido el personal a cargo.

Aviso que hay que ir con tiempo. Desde el aparcamiento obligatorio (para aparcar fuera de él hay que ser vecino del lugar) hasta la entrada del parque en sí hay una buena caminata. Y el recorrido por el parque también es largo y os va a apetecer pararos en cada esquina, ver cada árbol, admirar cada rincón del río. En total deben ser sobre unos seis kilómetros ida y vuelta.

Y esto último es un poco problemático. Desde hace un tiempo todo el margen del río está protegido con una alambrada que no te permite acercarte mucho al agua. Para mi fue una dificultad añadida para hacer fotos, pero viendo los estragos que hacen los domingueros en tantos sitios me puedo imaginar la razón. Como siempre, pagan justos por pecadores, pero es mejor eso a que lo pague el río.

El camino es en su mayor parte muy agradable de hacer, primero por una pista agrícola perfectamente indicada y señalizada pasado por zonas de arbolado y zonas de prado y después por una serie de senderos a la sombra de las hayas que han sido acondicionados y acotados así que no hay posibilidad de perderse. En algunas zonas, sin embargo, la dificultad es un poco mayor porque el agua invade parte del camino y hay que hacer alguna maniobra, pero nada complicado. Eso sí, damas y caballeros, mejor no vayan de zapatos. A un lado y al otro del camino es posible encontrar pequeños miradores sobre el río.

El camino termina tras pasar una serie de lugares a cada cual más mágico, donde el agua y la caliza se alían para crear formas sorprendentes en el curso del río, salvado varias veces por pequeños puentes de madera que encajan perfectamente en el entorno en el que se encuentran. Y termina en una espectacular cascada de más de 100 metros y que cae desde las alturas de la Sierra de Urbasa, una imponente mole caliza que domina la comarca. El río nace de la salida directa del agua a través de sus paredes y es la salida de un acuífero que se origina dentro del karst. Algún día tengo que volver y ver si hay un mirador mejor para ver el punto exacto en que el agua encuentra su salida desde el interior de la roca.

Creo que hay un segundo camino un poco más alejado del río y que discurre por zona más elevada y que se puede utilizar para volver al aparcamiento, pero por desgracia iba un poco escaso de tiempo y decidí ir a lo seguro. Así tengo excusa para volver.

Nota: En cuanto al mapa he puesto la salida en el aparcamiento hasta lo más cerca que me permite llegar Google Maps, que no conoce la senda del río. Sí aparece geolocalizada la cascada, así que viendo la foto por satélite os podéis hacer una idea del camino. De todas formas no tiene pérdida, esta muy bien señalizado.


El Mapa
Rutas relacionadas

El Cañón de Añisclo y el Cañón del Bellós (Huesca, Aragón)

sábado, 3 de diciembre de 2016

El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Cañón de Añisclo


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Río Bellós


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Río Bellós


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Carretera HU-631


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Carretera HU-631


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Cañón de Añisclo


El Cañón de Añisclo (Huesca, Aragón)
Los Sestrales


Uno de los muchos tesoros de Huesca es el Cañón de Añisclo, en el Parque Nacional de Ordesa. Se trata de una estrecha garganta que va de este a oeste siguiendo el curso del río Bellós, desde el circo glaciar donde nace hasta el pueblo de Escalona, aunque el último tramo también se conoce como Cañón del Bellós, correspondiendo este nombre a la parte más estrecha y encajonada del mismo. La parte entre la ermita de San Úrbez hasta la Fuente de los Baños también es conocida como Desfiladero de las Cambras.

En verano el camino debe hacerse de este a oeste ya que la carretera, la Hu-631, es de sentido único, aunque algunos idiotas la hacen en sentido contrario. A uno de ellos debería pasarle la factura de la antena de mi coche. No es una carretera para hacer todo el año y es muy frecuente que en los meses de invierno esté cortada por nevadas y en primavera por los efectos del deshielo, tanto por la crecida repentina del río como por riesgos de derrumbes.

Es una ruta impresionante, sobre todo para aquellos que no estamos acostumbrados a movernos en estos paisajes calizos que parecen cortados a cuchillo, de altas paredes verticales, alcanzando desniveles de casi mil metros desde la parte superior del valle, y angostos tramos de carretera que han sido ampliados a base de excavar la montaña dado el escaso espacio disponible.

En los tramos más amplios los árboles han conseguido colonizar la poca tierra disponible en parte aprovechando el efecto de inversión térmica. Este efecto consiste en una inversión de los pisos de vegetación normales de la montaña, con la parte más frondosa en la parte inferior del valle, casi a pie de río.

A lo largo de toda la ruta hay varios miradores, tanto sobre el río como a su lado. Y se han dispuesto paneles informativos en varios de ellos para que los visitantes sepan apreciar lo que están viendo.

El lugar culminante de la ruta es la Ermita de San Úrbez, en la parte más estrecha del Cañón, en tierras de Fanlo. Hay un pequeño aparcamiento donde se puede dejar el coche y después hay que seguir por sendas señalizadas y cruzar por un puente hasta el otro lado del río. La senda está bien preparada y no debería representar demasiada dificultad para la mayor parte de la gente.

La ermita en sí es una pequeña rareza, ya que es más que nada un muro que termina de aislar una pequeña cueva natural donde al parecer dormía Úrbez, un pastor que se asentó en la zona allá por el siglo VIII y que al parecer procedía de Burdeos. La gente de la zona creyó en vida de este que se trataba de alguien tocado por la divinidad, así que con el tiempo terminó retirándose a esta zona tan aislada, para vivir tranquilo y en paz.

Río arriba, por el Ballinisclo, y ya teniendo que ir a pie (razón por la que no la conozco ya que yo iba en ruta y simplemente me desvié para cruzar el cañón) está la Fuénblanca. Las fotos que he visto del sitio son realmente bonitas, así que el día en que vaya a ver Ordesa con calma, que lo tengo pendiente, está marcado como sitio para ver.

Otra cosa interesante del cañón se encuentra en la parte superior. En la parte muy superior. Y es que en la entrada del Cañón, arriba, en lo alto de la montaña, se encuentran los Sestrales.

Los Sestrales son la caliza desnuda de la parte superior del valle. Impresionantes moles rocosas que presiden su entrada, a modo de pórtico. Desde ahí arriba las diferentes fajas van escalonando el valle y mostrando los diferentes afloramientos que el Bellós tuvo que ir cortando para modelar el terreno.

El Mapa

Ruta combinada

Rutas relacionadas

Els set gorgs (Campdevànol, Girona)

domingo, 16 de octubre de 2016

Les sept gorgs (Campdevánol, Girona)
Les sept gorgs


Les sept gorgs (Campdevánol, Girona)
Les sept gorgs


Les sept gorgs (Campdevánol, Girona)
Les sept gorgs


Les sept gorgs (Campdevánol, Girona)
Bosque de Boj


Les sept gorgs (Campdevánol, Girona)
Gorg del Colomer


Muchas veces los lugares que visito aparecen un poco por casualidad cuando preparo un viaje. En el caso de Els Set Gorgs la razón del descubrimiento fue tener que cancelar este viaje por Cataluña y retrasarlo un año. Revisando las notas del año anterior sobre un mapa y buscando fotos de un pueblo cercano apareció una de una pequeña cascada que me llamó la atención. E investigué, claro.

En esta zona de la península la población se articula en torno a los valles y grandes vías de comunicación, así que cuando te planteas una ruta raras veces te vas a desviar de tu camino, y en mi caso se trataba de ir desde la Costa Brava hasta Andorra, así que hice un pequeño desvío por aquí para conocer este sitio. Y mereció la pena.

Campdevànol es un pequeño pueblo cercano a Ripoll, el valle donde se originó la Cataluña que hoy conocemos, ya que tiene una gran vinculación con la fundación de la Casa de Barcelona. Tanta es su vinculación que aquí está enterrado Wifredo, el Velloso, el último conde nombrado por los carolingios y que con sus maniobras políticas consiguió hacerse con varios de los condados catalanes y aprovechar la debilidad del Imperio para consolidar su poder.

A pesar de su aislamiento esta zona era lo que se llama una tierra de nadie, donde ni musulmanes ni lo que quedaba de las poblaciones romana y visigoda se establecían. Fue en época de Wifredo cuando finalmente este territorio fue ganado al menguante poder sarraceno.

A pesar de ello, sigue siendo una  zona muy poco poblada y puedes tener una idea de lo que era el terreno en aquellas épocas.

Lo primero, para visitar Els Set Gorgs (los siete estanques) hazte a la idea de que vas a tener que pagar y que no va a ser barato, al menos si lo haces en los meses de verano: el aparcamiento ha sido restringido por el ayuntamiento en varios kilómetros y han tenido la gentileza de dejarte un parking al módico precio de diez eurazos con una barrera que se levanta previo pago, sin personal humano.

La otra opción es ir hasta una quesería que hay más adelante y aparcar en las escasas plazas de las que dispone. Este es un párking para clientes y es una quesería muy modesta. Si vas a ocupar una de sus plazas no seas rata y cómprales algo. En mi caso fue un queso de oveja que costó sobre... 10 euros. Caro, pero artesanal, con una alimentación de primera para los animales y el propietario es un chico muy majo que insistió varias veces en que no era necesario que le comprase nada.

Pero oye, ya que fue tan amable y yo ya iba mentalizado para pagar no quise echarle morro. Le compré el queso (que por cierto, estaba excepcional) y me fui a recorrer el camino de Els Set Gorgs. Hacéos a la idea de que vais a patear a gusto: desde la quesería hasta el inicio del camino hay un buen paseo.

Una cosa más. Desde el parking hasta las cascadas el camino va por un lado del río y desde la quesería por otro (y es mejor el de la quesería).

Els Set Gorgs es el típico riachuelo, el Estiulà, que se va deslizando por una montaña caliza, salvando unas pequeñas caidas y haciendo unos pequeños lagos. Por lo visto en verano, los días de calor, estos estanques son frecuentados por gente del pueblo y de otros lugares que vienen a bañarse o a hacer senderismo. Cuando yo fui era un día nublado y fresquito y aún así había alguna gente en los diferentes rincones que recorrí, aunque por lo que tengo entendido el lugar está bastante concurrido en temporada alta.

El sendero, una vez que abandonas la pista forestal, está bien señalizado y es muy agradable, muy accesible excepto en alguna zona puntual, caminando entre bosques de pino y de boj (me sorprendió ver tanto boj, sobre todo porque hasta ese día sólo lo había visto en jardines) y salvando ocasionalmente el  río en varios vados en los que no tuve ningún problema para cruzar. Por orden, estos son los siete saltos de agua

Gorg de la Cabana
Gorg de la Tosca
Gorg de L'Olla
Gorg de la Bauma
Gorg del Forat
Gorg Petit del Colomer
Gorg del Colomer

El último de todos es el más espectacular. Por lo que he leído en otros blogs la carretera llega bastante cerca y la gente puede aparcar por allí, lo que contribuye a que sea uno de los más concurridos. Si es así siempre os podéis plantear dejar el coche ahí y hacer el recorrido al revés, hasta el primero de los saltos y luego volver.

En el mapa os puse el camino desde Campdevànol hasta la quesería y luego hasta lo que (creo) es el inicio del sendero.

El Mapa
Rutas relacionadas

Cala Es Castell (Palamós, Girona)

domingo, 24 de abril de 2016

Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell, Palamós


Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell, Palamós


Cala Es Castell (Palamós, Girona)
Cala Es Castell desde el poblado


Sa Foradada (Palamós, Girona)
Cala Corbatera y Sa Foradada


Hasta que llegué a Cala Es Castell, en Palamós, la Costa Brava estaba siendo una decepción para mi. Esa costa salvaje y virgen que tenía en mi imaginación era más bien una sucesión de pueblos y calas implacablemente destrozados por un tipo de turismo que no respeta el entorno si no que lo parasita, destruyendo la misma belleza que explota. O explotada con desgana, construyendo miradores donde no hay nada que mirar y evitando construirlos en lugares donde no hay posibilidad de parar y admirar unas vistas extraordinarias.

Algo así debieron pensar en su día los habitantes de Palamós porque cuando a mediados de los noventa les preguntaron si querían construir un campo de golf con toda su parafernalia asociada en las cercanías de esta playa votaron de una forma clara, con un 70% de los participantes opuestos al proyecto.

Y eso ha permitido que esta playa llegue hasta hoy en buenas condiciones. Hay que decir que dispone de un aparcamiento amplio y de pago (si bien cuando fui no había nadie para cobrar). El bosque que se interpone entre donde dejas el coche y el arenal te da un poco de tregua los días de mucho calor con una sombra muy agradecida.

Más allá del aparcamiento hay una sucesión de bosques y de campos explotados por los vecinos y te permiten imaginarte como debió ser el resto de la costa antes de la explosión del turismo. No es de extrañar que en algunos sitios de los que he consultado aparezca como la mejor playa de la Costa Brava. No sé si será el caso, pero desde luego merece la pena la visita.

El arenal es bastante abierto, un poco empinado según se mete en el mar y el agua está fría para tratarse del Mediterráneo, al menos a finales de junio, con algunas pequeñas construcciones (creo recordar que una servía de bar, pero no le presté mucha atención) a pie de playa, estando una de ellas tan a pie de playa que las olas mojan las paredes. En el extremo opuesto otra debió ser originalmente una instalación de pescadores, tal vez una antigua factoría de salazón, porque tenía una rampa bastante amplia hasta el mar. Alguna casa discretamente ubicada un poco más arriba en la colina y parcialmente oculta entre los pinos es toda la concesión que queda a la actividad humana.

Según sigues hacia la costa norte entras en un bosquecito de pinos entre los que discurre un sendero, remontando por el acantilado, desde donde hay las mejores vistas de la playa.

Y un poco más adelante hay los restos de un antiguo poblado íbero (no me salió bien ninguna foto de allí, una lástima) en el cabo que cierra el arco de la playa.

Y justo aquí hay otro de los puntos interesantes de este lugar: la cala de Sa Corbatera o Cala Cobertera, con la roca conocida como Sa Foradada, justo a los pies del poblado. Es un lugar muy apreciado por los canoistas que van por esta zona para darse un paseo y acceder a una calita donde no hay otra opción que acceder desde el mar.

El Mapa
Rutas relacionadas

    Comarca de Arlanza (II): el Monasterio de San Pedro de Arlanza

    domingo, 16 de agosto de 2015

    Monasterio de San Pedro de Arlanza
    San Pedro de Arlanza


    Monasterio de San Pedro de Arlanza
    Salida hacia Hortigüela


    Monasterio de San Pedro de Arlanza
    Entrada trasera


    Monasterio de San Pedro de Arlanza
    Carretera de Hortigüela


    Monasterio de San Pedro de Arlanza
    San Pedro y el Río Arlanza


    Cuando la gente se pone en plan digno a reclamar la expropiación de todas las posesiones de la Iglesia pensando que eso va a resolver la crisis me doy cuenta inmediatamente de que no tienen ni idea de historia. Algo así ya se hizo en el pasado, no sólo en España, y el resultado, económica y socialmente y desde el punto de la conservación del patrimonio ha sido desastroso. Aún hoy seguimos sufriendo las consecuencias de la forma en la que se hizo todo, con el Estado y otras administraciones adquiriendo edificios singulares que están en un riesgo claro de desaparición.

    San Pedro de Arlanza, por ejemplo, fue una de las víctimas de este proceso. Se trata de un monasterio cuyo origen hay que buscarlo en el siglo X cuando Fernán González, el primer conde independiente de Castilla, fundó un pequeño eremitorio. Desde entonces y hasta la funesta Desamortización de Mendizábal la llamada Cuna de Castilla estuvo en funcionamiento.

    Para el siglo XI ya se habían iniciado las obras de la actual iglesia, en su ubicación definitiva.

    Aunque originalmente los restos de Fernán González descansaban (se supone) en la ermita de Santa María de Lara, con el tiempo se transladaron aquí y al cerrar el monasterio se movieron hasta Covarrubias para que no se perdiesen.

    El templo fue saqueado legalmente ya que varios elementos del mismo fueron transladados a otros lugares, como las citadas tumbas, frescos que acabaron en el Museo Metropolitano de Nueva York y en el Nacional de Arte de Cataluña y la portada de la iglesia que está en el Arqueológico Nacional.

    Aparte de eso, lo que le hayan canibalizado los lugareños y lo que hayan robado los saqueadores o quienes adquiriesen el inmueble en la Desamortización.

    En lo alto de uno de los montes cercanos que rodean al templo se encuentra la ermita de San Pelayo, tal vez origen del recinto monástico (hay una leyenda que cuenta que Fernán González entró en él durante una cacería y encontró a tres ermitaños en su interior, que serían los primeros ocupantes del nuevo monasterio). Este templo también se encuentra en un estado lamentable.

    Para llegar al Monasterio se debe utilizar la carretera que une las poblaciones de Hortigüela, a cuyo municipio pertenece, y Covarrubias, siguiendo la orilla del Arlanza.

    Como véis en las fotos el paisaje no se parece en nada al que habíamos visto en Lerma. La llanura seca que se extendía a los pies de la Villa Ducal ha sido sustituida por un monte ondulado de pino y rebollo (creo que era rebollo) y empiezan a verse los primeros desfiladeros karsticos de la Sierra de la Demanda, aunque todavía lejos de la espectacularidad del Cañón del Río Lobos, tal vez el más conocido de la provincia, y al lado del río una zona llana que fue en tiempos cultivada por los monjes y que hoy aparece recuperada por la vegetación del río.

    Hay una leyenda que liga el destino de Castilla al del monasterio, y se supone que el esplendor del mismo implica el del antiguo Reino. Como vemos, no les va demasiado bien.

    Horario de Visitas
    – Abril a Septiembre: 9,30 a 14,00 y 16,00 a 19,00
    – Octubre a Marzo: 9,00 a 17,00. Cerrado lunes, martes y último fin semana de cada mes

    El Mapa

    Ruta combinada
     
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    Islas Cíes (Vigo, Pontevedra)

    viernes, 12 de septiembre de 2014

    Praia de Rodas (Illas Cíes, Galicia)
    Praia de Rodas


    Lagoa de Rodas (Illas Cíes, España)
    Laguna de Rodas


    Pasarela entre Islas (Illas Cíes, Galicia)
    Pasarela entre Islas


    Area de Nosa Señora (Illas Cíes, Vigo)
    Area de Nosa Señora


    El Muelle (Illas Cíes, Vigo)
    El Muelle


    Dende o Faro (Illas Cíes, España)
    Vista desde el faro (al norte)


    San Martiño (Illas Cíes, España)
    Illa de San Martiño


    Cabo Home (Cangas do Morrazo, España)
    Illas Cíes desde Cabo Home


    Una de las joyas de Galicia son las Illas Cíes, situadas en la boca de la Ría de Vigo, a la que sirven de protección contra los vientos, las corrientes y algunos episodios como la marea negra del tristemente célebre Prestige.

    Las Illas Cíes son tres (Norte o Monteagudo, Faro y Sur o San Martiño), aunque mucha gente opina que en realidad se trata de dos al estar unidas las dos más septentrionales unidas por una pasarela de piedra y por el arenal de la Praia de Rodas, así que eso se deja al criterio de cada uno.

    Geológicamente hablando, las Illas Cíes son el resultado del hundimiento de los valles costeros gallegos, siendo cumbres de una sierra que se prolonga por lo que hoy conocemos como el Morrazo, y que presentan una cara suave hacia el interior y una mucho más dura y acantilada hacia mar abierto. Así se aprecia el papel de rompeolas natural que las islas juegan y que hacen de la Ría de Vigo una de las más seguras para el abrigo de los buques durante los temporales del invierno.


    Pobladas desde tiempos remotos, las Cíes han formado parte de la gran historia del mundo casi desde el principio, puesto que muchos creen que se trata de unas las famosas Islas Casitérides que eran objeto de deseo por parte de los fenicios debido a sus yacimientos de estaño. También los romanos  pasaron por aquí, siendo el más conocido de sus visitantes un tall Julio César que daría mucho que hablar unos años después.

    Hogar de unos pocos agricultores y sede de varios de monasterios, el hecho de haber sido escogida como base de operaciones por piratas normandos, turcos y británicos y su natural aridez la llevaron una y otra vez al despoblamiento.

    Desde hace unos años y como medida para frenar la presión que los numerosos visitantes ejercían sobre el delicado ecosistema de las Cíes, las Illas forman parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia y ha restringido el número de visitas a 2200 al día.

    Estos visitantes vienen atraídos sobre todo por las bellísimas playas de la isla, como la nudista de Figueiras o la archiconocida Praia de Rodas, que en 2007 fue considerada por el diario inglés The Guardian como la mejor del mundo. En Vigo les hizo tanta ilusión que hasta he visto alguna señal donde se reseña esta circunstancia.

    Las playas

    Rodas es la playa más cercana al embarcadero en el que atracan los barcos procedentes de Vigo, Baiona, Cangas... Es muy recomendable hacer la compra del billete antes del día de viaje ya que, debido a las restricciones, existe el riesgo de quedarse en tierra.

    Volviendo a Rodas, se trata de una larga  y ancha (para el estándar gallego) playa de arena finísima que une las Illas do Faro y Monteagudo y que tiene una pequeña laguna que en marea alta se comunica con el mar por la pasarela de piedra y en cuyas aguas está prohibido bañarse para recuperarla de la degración que llegó a sufrir.

    Para ir a Figueiras hay que salir del embarcadero hacia el camino y luego girar a la derecha, rodeando las dunas y caminar algo más de cien metros hasta que se abre frente a nosotros en toda su esplendidez. Desde aquí hay vistas hacia la zona de Cabo Home, que ya hemos visto en otro artículo. Como tantas otras playas nudistas de Galicia su difícil acceso en tiempos donde no había tolerancia hacia esta modalidad de baño fue lo que le dio su público actual.

    En el sur de la Illa do Faro hay algunas playas más a las que se accede desde el camino que lleva al Faro desde el embarcadero. Son playas muy bonitas, con buena afluencia de gente y buenas vistas a la Illa de San Martiño.

    Y en San Martiño hay otra playa nudista, pero a la isla sólo se puede acceder en barco particular y solicitando permiso, si no recuerdo mal.

    Y un aviso para los no gallegos: el agua de estas playas es bastante fría. Aunque parezca el Caribe por el color y transparencia de las aguas... no lo es. Eso si, vigoriza.

    Senderismo

    Otra de las actividades que atraen a los visitantes es el senderismo, existiendo numerosos caminos que recorren las dos islas del norte y de los cuales no puede salirse para no dañar a la fauna y la flora, que tienen numerosos endemismos. Estos caminos tienen restricciones de paso temporales durante la época de cría de las gaviotas, a finales de primavera y principios de verano, ya que estas se vuelven agresivas ante la presencia humana cerca de los gaviotines.

    En la caseta que hay a la entrada del parque deberían poder facilitaros mapas con las rutas e indicaros si hay alguna que esté cortada en ese momento.


    El Mapa

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