Azores (IV): Porto Formoso y Chá Gorreana, paseando por plantaciones de té

miércoles, 6 de enero de 2021

Plantación de Porto Formoso Chá
Cuando pensamos en plantaciones de té seguramente la cabeza se nos va a la India o a Sri Lanka. No se nos va tanto a Azores o Galicia, los únicos lugares donde hay plantaciones industriales de té en Europa.

En el caso de Azores, parece que se empezó a cultivar en Ilha Terceira a principios del siglo XIX y aunque allí no se hace, en São Miguel se establecieron plantaciones a finales de ese mismo siglo. Una crisis en el  cultivo de la naranja, hasta entonces de gran importancia, llevó a la búsqueda de alternativas y la Sociedade Promotora da Agricultura Micalense contrató a dos técnicos de Macão (antigua colonia portuguesa en la costa de China) que se ocuparon de poner en marcha el cultivo en la isla.

Entrada de la fábrica de Porto Formoso Chá

Hubo varias plantaciones, en Capelas, Pico da Pedra, Porto Formoso y Ribeira Grande, siendo en este municipio donde se estableció la primera industria, Chá Gorreana, que empezaría a producir té en 1883, apenas cinco años después de la llegada de los técnicos chinos.

Unas décadas después, en 1920, una segunda empresa empezó a cultivar té en Porto Formoso, también en Ribeira Grande, utilizando el nombre de la freguesía para nombrar a la empresa. Porto Formoso cerró en los años ochenta y reabrió en 2001, manteniéndose hasta 2014 como las dos únicas plantaciones de té en Europa.

Máquina de té en el museo de Porto Formoso

No fueron las únicas. En el pasado São Miguel llegó a producir 250 toneladas y hubo una quincena de empresas dedicadas a su explotación, pero a medida que su rentabilidad fue cayendo también lo hizo la industria hasta que sólo quedaron las dos mencionadas.

Como curiosidad, en Portugal té se dice "chá". Al parecer ambas palabras proceden del nombre de la planta en dos dialectos del chino e incluso hay mapas por internet para ver en qué países se adoptó uno u otro.

Trabajadores de Gorreana recogiendo té

Para aquellos que llegamos a Azores es muy interesante visitar ambas fábricas. No se requiere cita previa.

En mi caso fui primero a Porto Formoso, donde una empleada recibe a los visitantes y les guía a través del museo, explicando la historia de la plantación y del cultivo del té en la isla y termina con una degustación de sus productos. 

Es tal vez la más bonita de las dos factorías, con un museo cuidado y unos jardines muy atractivos. Da un poco la sensación de ser un hotel con encanto o una quinta turística que una fábrica, pero es más que recomendable visitarla.

Turistas paseando por Chá Gorreana
Lamentablemente, no se puede pasear por la plantación, pero las vistas tanto desde la fábrica como desde la carretera son hermosas.

Chá Gorreana fue mi segunda parada. No es tan bonita como Porto Formoso, pero es mucho más visitada y hay mucho más ajetreo, dando más sensación de actividad industrial. Y es mucho más famosa. En algún momento es un hervidero de turistas.

Chá Gorreana tiene 33 hectáreas de cultivo
Además de su museo y de la degustación de té tiene un atractivo más y es que hay una ruta de senderismo que recorre la plantación, con lo cual es posible caminar entre las plantas de té y, si vas en la época adecuada, asistir a labores de recogida de la hoja.

Trabajadores de Chá Gorreana

No es demasiado larga ni complicada, pero las vistas que tiene hacen que merezca la pena la caminata hasta para quienes no son aficionados a caminar. Particularmente, me gusta la que hay desde la parte alta, con las plantaciones fluyendo hacia la fábrica, en la parte baja y el Océano al fondo.

Chá Gorreana desde la parte alta

No será la única vez que pasemos por aquí. En Porto Formoso y en Ribeira Grande hay muchas cosas para ver: playas, miradores sobre el mar, iglesias con encanto, algún faro y no está demasiado lejos de Furnas, del que escribiré sí o sí un post. A medida que vaya escribiendo los artículos iré enhebrando una ruta que os permita aprovechar mejor esta parte de la isla.

El Mapa

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