Al norte de los Pirineos (III): Foix

domingo, 11 de febrero de 2018

Foix (Occitania, Francia)
Castillo de Foix


Foix (Occitania, Francia)
Castillo de Foix


Foix (Occitania, Francia)
Castillo de Foix


Foix (Occitania, Francia)
Castillo de Foix


Foix (Occitania, Francia)
Castillo de Foix


Foix (Occitania, Francia)
Foix


Foix recuerda un poco a otros pueblos que he visto en el pasado, por aquello de que no es demasiado grande, mantiene buena parte de su patrimonio histórico en un magnífico estado de conservación y se muestra orgulloso de su pasado.

Decía en el post de Pau que el problema de muchos pueblos de Francia es que carecen de personalidad pero la de Foix está bien marcada. Tal vez al estar mucho más enclavado en los Pirineos que Pau o tal vez por ser mucho más pequeña (menos de 10000 habitantes), pero Foix aporta mucho más a los sentidos

Su castillo preside de forma espectacular el valle en el que se asienta la villa actual, encajonada entre montañas y en la confluencia de los ríos Ariège, que da nombre al departamento, y Arget.

La primera curiosidad para un español es que Foix es una especie de intersección, en la historia, entre Cataluña y Navarra, puesto que los reyes navarros fueron señores de Foix, que a su vez era un condado vinculado a la Marca Catalónica establecida por Carlomagno. De hecho, la bandera de Foix recuerda a la de Aragón.

Se supone que la primera fortificación en Foix fue construida por los romanos, aunque no vi nada que les recordase. Supongo que hasta la última piedra fue empleada en edificios posteriores.

La Edad Media, con sus avatares, dejó su huella en Foix, ya una plaza fuerte de difícil ataque y que se vio inmersa en la cruzada contra los albigenses. Resistió los embates de Simón de Montfort y se negó a reconocer la autoridad del Rey de Francia, que vino en persona al mando de un gran ejército a someter al Conde, que finalmente capituló.

Cuando los Borbones acceden al condado de Foix este se unifica con el reino de Navarra, aunque siglo y medio atrás ya se había unido al Béarn y al igual que el reino navarro sería anexionado por Francia bajo Luis XIII, que ya ostentaba ambas coronas, heredadas de su padre Enrique II.

Tras ser nombrado monumento nacional en el siglo XIX el castillo de Foix fue intensamente restaurado y de ahí procede la mayor parte de lo que hoy podemos ver. La visita es de pago, pero no recuerdo que fuese especialmente cara y permite ver las colecciones del museo departamental.

Y la verdad, es que merece la pena hacer la visita. La vista desde las torres es magnífica y hay curiosidades como ver la cama de Enrique II, que fue al mismo tiempo rey de Francia y conde de Foix, aunque nunca vivió aquí ya que, por lo visto, no era el lugar más cómodo para residir.

Foix no sólo tiene el castillo para visitar. En la ciudad está la abadía de Saint Volusien, que fue destruida durante las Guerras de Religión y reconstruida posteriormente y se puede pasear también por su casco antiguo, que conserva su estilo medieval, aunque no al nivel que otros lugares al sur de los Pirineos como Peratallada, Pals o Monells.

También se puede visitar su mercado (les Halles), que es de una arquitectura que se extendió por toda Francia y que es relativamente fácil de ver cuando se visita el país vecino, con su típico tejado metálico verde.

Y por supuesto, como en todo lugar en la zona de los Pirineos, numerosas sendas recorren los alrededores y permiten, por ejemplo, pasear al lado del Arget y el Ariège

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