Monte Branco, Ponteceso (A Coruña)

jueves, 10 de septiembre de 2009

Monte Branco desde el mirador de Taboído

Nota: Este artículo es una revisión hecha en 2021 sobre uno originalmente publicado de 2009

Uno de los muchos tesoros de Bergantiños es la desembocadura del río Anllóns, esa arteria fluvial que nace en el Monte Xalo y muere apenas 55 kms después entre Ponteceso y Cabana de Bergantiños pasando por lugares tan bonitos como el Refuxio de Verdes y, como no podía ser menos, tiene una despedida ciertamente espectacular, con un estuario de gran belleza y valor.

En este punto se pueden ver un ecosistema dunar, boscoso, limícola y acuático adyacentes y que sirven para dar cobijo a gran cantidad de aves, insectos o peces, sin faltar el famoso marisco.

Camino de la playa

Tal vez la riqueza de esta zona tenga algo que ver en la particular calidad de los percebes del cercano Roncudo, ya en la ría de Corme e Laxe, donde desemboca el Anllóns. 

 En las fotos se puede apreciar cómo es el lugar: un extenso arenal con dunas forma una lengua de playa que separa las aguas fluviales de las marinas. La verdad es que va muy poquita gente a este lugar, tal vez porque hay que caminar un poco desde donde deberías aparcar (aunque algún animal se atreve a llevarlo hasta el centro mismo de las dunas), lo que acentúa el encanto del lugar, a pesar de estar rodeado de zonas pobladas.

Vista desde la playa

La vegetación dunar es bastante delicada, así que aunque pueda tentar explorar el interior de las dunas lo ideal sería hacer el menor paseo posible para llegar al arenal.

El origen del topónimo es bastante obvio. La arena traída por los vientos y la ría se ha ido acumulando y creando el campo dunar. Y con el tiempo esta ha comenzado a "trepar" por la montaña, recubriendo la falda de esta de una tonalidad blancuzca. Este fenómeno se denomina "duna rampante".

Vista desde el mirador de As Travesas, camino de Balarés
Hablando de topónimos, toda esta zona se conoce como Ensenada de A Ínsua, lo que sugiere que la lengua de arena fue un día un islote arenoso y acabó uniéndose a tierra firme.

Ponteceso desde el Alto das Travesas

La zona, como os digo, es hermosa. Hay un mirador al otro lado del río, en Taboído (ver primera foto), donde se tiene la, para mi, mejor vista del arenal. Hay pocas plazas de aparcamiento, pero debido a que otras playas, como Balarés, al lado de Monte Branco, tienen más fama, no tuve ningún problema para dejar el coche.

Playa y espigón de Balarés (o Valarés)

La visita a Monte Branco no estaría completa sin visitar los miradores, como el de As Travesas, que hay camino de la playa de Balarés, cuyo espigón es un recordatorio de los tiempos donde se embarcaba aquí el wolframio extraído de Monte Neme (Malpica). Si os suena este nombre, es porque se puso de moda entre los influencers en años pasados por el agua (tóxica) de color turquesa que se formó en una antigua cantera abandonada.

Corme-Porto
Y por supuesto, Corme-Porto y O Roncudo. También es muy recomendable visitar el castro de A Cibdá de Borneiro o la casa natal de Pondal, autor del himno gallego y que se ubica en Ponteceso. En el mapa os dejo una ruta para visitar todos estos lugares (y alguno más, de propina). Que la disfrutéis.

Faro do Roncudo, Corme

El Mapa

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