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Fortificaciones portuguesas del Miño

domingo, 2 de enero de 2011

Torre de Lapela (Monção, Portugal)
Torre de Lapela


Puente internacional de Tui-Valença
Valença do Minho


Esteiro do Minho en Caminha (Minho, Portugal)
Esteiro do Minho en Caminha


Forte da Ínsua (Caminha, Portugal)
Forte da Ínsua, Caminha


Forte do Cão em Gelfa, Caminha (Minho, Portugal)
Forte do Cão em Gelfa, Caminha


Forte de Paçô (Viana do Castelo, Portugal)
Forte de Paçô


Río Lima desde Sta Luzía (Viana do Castelo, Portugal)
Desembocadura del Lima



Como buenos vecinos, España y Portugal se han matado el uno al otro durante siglos y eso nos ha legado un rico patrimonio de arquitectura militar que hoy en día está en un estado de conservación bastante desigual., pero que nos puede servir para hacer una escapadita de un día o de un fin de semana.

Nuestra ruta comienza en Melgaço, frente a la localidad pontevedresa de Arbo. Al igual que su vecina española, Melgaço cuenta con el Albariño y la lamprea como grandes bazas turísticas, y añade la presencia muy cercana del Parque Nacional de A Peneda - Gêres (es muy recomendable la visita al santuario y al lago). Además de eso, Melgaço es villa balnearia. Pero lo que nos interesa para esta ruta es su pasado militar.

El castillo, situado en el casco urbano de Melgaço, fue construido por indicación de Afonso Henriques, primer rey de Portugal allá por el siglo XII y se trata de la fortificación más septentrional del país. En el siglo XIV, de hecho, se estableció la obligatoriedad de cruzar a Galicia únicamente por aquí ya que se convirtió en el único paso fronterizo autorizado.

Nuestro siguiente paso será la vecina Monção, capital del Alvarinho portugués y a su vez, del Vinho verde. Sus vinos gozan de gran prestigio en todo Portugal y no es difícil encontrarlos en cualquier superficie comercial del país. Igual que Melgaço dispone de balneario, aunque no dispone de habitaciones para alojar a sus clientes.

Las murallas de Monção son de mayor tamaño que las de Melgaço y sirvieron para proteger este paso durante las diferentes guerras fronterizas. Parece ser que fue construido en el siglo XIV y sus murallas, en el marco de sus sucesivas mejoras, canibalizaron otras fortificaciones cercanas, como las del castillo de Lapela, que es nuestra siguiente parada.

Lapela hoy en día es un pequeño núcleo urbano a orillas del Miño y a la sombra de la torre de homenaje de un antiguo castillo también del siglo XIV ya desaparecido y cuyas piedras sirvieron de material para una de las obras de mejora de las murallas de Monçao. Hoy en día es posible subir a ella, pero no sé dónde se pide la llave. Habría que preguntar a los vecinos. Otro interés turístico de Lapela es que por aquí pasa la ecopista que va desde las afueras de Monção hasta Valença y que ocupa el lugar de la antigua vía férrea. En el marco de su construcción se recuperó el edificio de la antigua estación del pueblo, que antaño conoció gran importancia en el tráfico de madera.

De camino a Valença podemos ver el pórtico de la Quinta do Crasto o incluso desviarnos al monasterio abandonado de Sanfins, pero se salen del propósito de esta ruta.

Valença do Minho es la localidad de frontera más conocida del norte de Portugal. Su mercadillo y sus poderosas murallas con vista al Miño y a la vecina Tui son perfectamente conocidas por un número bastante importante de gallegos... tanto que el mercadillo tuvo que dejar su emplazamiento original a los pies de la fortaleza para ubicarlo en unas instalaciones construidas al efecto.

En cuanto al castillo, parece que su origen está en los siglos XII o XIII, poco después de la independencia del país para proteger el norte de incursiones desde Galicia y que fue fuertemente reformado durante la guerra de restauración portuguesa para adaptarla a las necesidades de defensa frente a ataques con artillería.

A partir de aquí, las murallas están bastante hechas polvo, como la de Vila Nova de Cerveira, hoy completamente destrozada y coronada por un restaurante que tiene una arquitectura de finales del Siglo XX que no tiene nada que ver con el edificio sobre el que se asienta. Un desastre.

También en las cercanías está el fuerte de Lovelhe, pero no lo conozco en persona y las fotos que he localizado lo muestran en estado de abandono o semiabandono. Al parecer están con obras de "valorización" (me imagino que algunas prospecciones arqueológicas y desbroce).

La siguiente fortaleza, que debió ser de gran importancia a juzgar por los escasos restos que se conservan hasta nuestros días fue la de Caminha, pero aparte de algunos vestigios del muro integradas en viviendas muy posteriores y alguna garita, se puede decir que no existe castillo como tal, aunque visitar la desembocadura del Miño siempre es interesante.

Desde el parque forestal de Caminha, un poco pasada la villa, podemos acceder a la playa marítima más septentrional de Portugal y desde allí tenemos vistas del fuerte que vigilaba la desembocadura del río y sería la primera fortaleza marítima portuguesa si vamos de norte a sur. Se trata del Forte da Ínsua, en Moledo. El fuerte se encuentra en una isla, y desde tierra parece estar en buen estado, pero cualquiera sabe. En la wikipedia se dice que está en mal estado.

Una curiosidad sobre este fuerte es que en su interior hay un pozo de agua potable. Lo cual es acojonante teniendo en cuenta que se trata de un islote rocoso de escaso tamaño. Según la wikipedia se trata de uno de los únicos tres pozos de agua potable del mundo que se halla en el mar.

Cerca de este se encuentra, ya en Vila Praia de Âncora, el fuerte de A Lagarteira, que no conozco, pero que está en un excelente estado ya que se encuentra en el casco urbano de una localidad eminentemente turística. Sus últimas obras datan de 1997.

El que no tiene tanta suerte y eso que se encuentra bastante cerca es el Forte do Cão, en Gelfa, en estado de abandono y al lado de la playa. No se puede visitar, y los muros están en un estado bastante mejorable. En verano es un buen lugar para ir a la playa, ya que está rodeado de arenales.

La penúltima parada de nuestro recorrido será el Forte de Paçô, en Carreço, ya dentro del municipio de Viana do Castelo. Por internet se puede leer que está en estado de restauración, pero lo cierto es que no es así: de hecho el cartel que está sobre los muros del castillo se refiere a unas obras de infraestructuras y no a la restauración propiamente dicha. El estado del edificio es bastante malo.

Y para finalizar, podemos acercarnos hasta Viana do Castelo a ver el Forte de Santiago da Barra, sede de la Región de Turismo del Alto Miño y cuenta con un auditorio. Su estado de conservación es magnífico, por tanto. Se encuentra a orillas del río Lima, cuya desembocadura protegía


Ya que estamos en Viana podemos aprovechar para pasear por sus calles o subir hasta el santuario de Santa Luzía que tiene unas vistas excelentes de la ciudad y de su entorno (el río Lima, la costa atlántica, etc).

El Mapa
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jueves, 18 de junio de 2009

Castrelo de Miño (9000)
Castrelo de Miño

Festa da Istoria 2004, Ribadavia - Ourense, Spain
Festa da Istoria

El Miño desde el Tren en Filgueira, Crecente - Pontevedra
Filgueira, Crecente

Aduana de Ponte Barxas, lado portugués
Aduana de Ponte Barxas

Presa de Frieira
Presa de Frieira

A Peneda, Arcos de Valdevez - Minho, Portugal
A Peneda, Arcos de Valdevez

Torre de Lapela
Torre de Lapela

A Pesca da Lamprea (Salvaterra de Miño)
Pesca da Lamprea

Claustro de Sanfins (Valença do Minho, Portugal)
Claustro de Sanfins

Valença do Minho
Valença do Minho

Valença do Minho
Valença do Minho y Tui

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Mte Santa Tegra

Esteiro do Minho en Caminha (Minho, Portugal)
Sta Tegra y estuario del Miño

Nuestro viaje comienza en Ribadavia, capital del Ribeiro, comarca de afamados vinos (aunque, en confianza, no se pueden comparar con uno de los albariños del Condado do Tea).

En esta zona podemos practicar deportes náuticos en el cercano Castrelo de Miño, cuyo embalse aparece en la primera de nuestras fotos, o pasear por el "Barrio Xudeu" (Barrio Judío), o visitar su antiguo castillo. Si van en agosto no se pierdan la fiesta medieval de la Istoria.

Saliendo de Ribadavia deberemos elegir entre las carreteras OU-801, que les llevará por la margen derecha del embalse de Frieira hasta que pasando Filgueira deban cruzarlo, o bien ir por Arnoia, tierra de afamados pimientos (la fiesta del pimiento es también en agosto). Ambas rutas nos llevarán a través de hermosos paisajes y volverán a unirse en la villa balnearia de Cortegada.

Dejando atrás Cortegada en dirección a Padrenda, y un poco después de cruzar el puente sobre el Deva encontramos un pequeño terrenito donde detener el coche y disfrutar de una estupenda vista sobre el Miño y la desembocadura del Deva.

Continuando la marcha, al llegar a Ponte-Barxas en el concello de Padrenda, está la vieja aduana por donde entramos a Portugal, en el lugar de São Gregorio, y siguiendo la carretera río abajo, podemos ver un par de miradores privilegiados sobre el Río y la pontevedresa comarca del Paradanta. Finalmente llegaremos a Melgaço.

Melgaço tiene un afamado balneario y una hermosa torre medieval y es el final de la zona del Vinho verde portugués y es también la puerta al Parque Nacional A Peneda-Gêres , cuya visita es muy recomendable.

Pasado Melgaço donde podemos elegir entre dos alternativaas:

La primera es seguir hacia Monção, también villa balnearia y cuyos Alvarinhos gozan de gran fama y son otra forma de entender la uva albariña que cultivamos en el margen gallego del Miño. Monção tiene asimismo fortificaciones que se utilizaron durante las guerras fronterizas entre españoles y portugueses.

La segunda es cruzar a Arbo, tierra de lampreas (sus fiestas gastronómicas son la Fiesta de la Lamprea, y la Fiesta de la Lamprea... seca) y vinos, para proseguir camino hacia Salvaterra de Miño dónde se puede visitar el Museo del Vino, o las cuevas de Doña Urraca, uno de los últimos vestigios de su fortaleza.

En cualquiera de los dos casos, al llegar a Salvaterra o Monção podemos cambiar de margen del río a través del puente internacional que une ambas villas.

De continuar por el margen gallego, seguiremos el tramo antiguo de la PO-510, en dirección "Fillaboa" y no se preocupe por el cartel que pone "carretera cortada" y justo antes de cruzar el Río Tea hacemos un alto y para conocer el puente medieval de A Fillaboa, y pasear por la ribera del Tea hasta su desembocadura en el Miño. Merece la pena y hay varios sitios para bañarse en verano.

Cruzaremos ahora el puente y tenemos que torcer por una pequeña carretera que sube hacia la izquierda, bordeando la enorme Granxa Fillaboa. Precaución en este tramo: curvas de visibilidad reducida.

En el siguiente cruce hay que torcer a la izquierda para entrar en Arantei. Justo antes de llegar al núcleo principal de la parroquia se puede ver el blasón de los Troncoso en la pared de un viejo pazo, y a continuación la iglesia parroquial, del siglo XVIII.

Seguiremos esta carretera hasta su final y enlazaremos con la PO-510, que nos conducirá a Tui. Antes de ello, si encontramos el cartel de Adegas Gándara podemos hacer un alto y probar sus deliciosos vinos.

Lo siguiente que veremos será Caldelas de Tui, que dispone de un interesante Balneario donde alojarse y tomar unos relajantes baños. En Caldelas se celebran las fiestas de la Virxe da Rocha (Virgen de la Roca) a principios de septiembre. Es una de las verbenas populares con más fama del sur de la provincia.

Luego, en Guillarei, justo al cruzar el puente bajo la vía ferrea podemos torcer a la izquierda y visitar la playa fluvial de "A Areeira" y luego ir a Tui a través de las Veigas do Louro, una llanura aluvial formada en la confluencia de los ríos Miño y Louro, y cruzando este río por encima de un interesante (y estrecho) puente medieval.

Ahora vamos con la variante portuguesa. Para ir hasta Valença do Minho tenemos dos opciones: la ecopista (para peatones y bicicletas), o la N-101 (si vamos en coche). En cualquier caso, es interesante detenerse a ver la torre de Lapela.

Si nos desviamos en el cruce de Gondomil, podemos hacer una pequeña excursión por el monasterio abandonado de Sanfins, el mirador de Santo Ouvidio y el mirador del Monte Facho para luego bajar hasta Valença, a donde hubiésemos llegado de no desviarnos.

En Valença es visita obligatoria a sus murallas, en excelente estado y a sus tiendas. El mercado se celebra los jueves, en un recinto al sur de la muralla

Ambas rutas se unen otra vez en Tui. Por cierto, el puente que aparece en la foto lo construyó Eiffel (sí, el mismo de la Torre parisina). Tui dispone de un interesante casco antiguo y es impresionante su catedral fortificada con mezcla de gótico y románico.

También podemos subir al Parque Natural del Monte Aloia, dónde hay miradores desde los que se puede apreciar la zona costera de Pontevedra, desde A Guarda hasta Arousa y el valle del Miño desde As Neves hasta la desembocadura

El viaje prosigue río abajo, entrando en la comarca do Baixo Miño, cuya llana orografía nos habla de un pasado bajo las aguas del río, pasando por Tomiño, donde no deben dejar de ver la Torre de Pedro Madruga, O Rosal, dónde puede adquirir mirabeles, una sabrosa fruta que en España sólo se cultiva en esta zona y visitar el puerto de A Guarda.

Para quien le guste el pulpo, como a mí, puede comprarlo a los pescadores, aunque deberemos llevar algún recipiente con agua para mantenerlo fresco.

Nuestro viaje toca a su final subiendo al cercano Monte de Santa Tegra dónde está un castro estupendamente conservado (última foto) y un mirador privilegiado del Baixo Miño y la costa norte portuguesa.

El Mapa

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