A Fervenza da Toxa (Silleda, Pontevedra)
lunes, 15 de junio de 2009
La fervenza del Río Toxa, con 60 metros de caída libre, es una de las cascadas de mayor altura de España y una de las más famosas de Galicia, no siendo extraño que se vengan a hacer fotos para campañas publicitarias, se rueden anuncios o la escena de alguna película.
Es una cascada situada en lo más profundo de un hermoso bosque, con pinares, carballeiras (bosques de roble) y otras especies autóctonas, como la xesta (cytisus), a la que los locales dicen que hay que hacer un nudo en sus hojas para que la vida te permita volver en un futuro.
Lo peor que tiene este lugar son las dificultades para encontrarlo, ya que la señalización no es demasiado buena. Desde que este post fue escrito los accesos han cambiado bastante debido a la construcción de la línea del AVE, que pasa muy cerca del bosque.
Hay que tener cuidado con la ruta sugerida por Google Maps, porque si vienes desde Silleda o Pontevedra te dirige a un camino que ya no existe. Os daréis cuenta porque estaréis circulando por una pista de tierra que pasa por debajo de un viaducto. Si es el caso, media vuelta y a buscar otro camino. Al final del artículo os pongo las rutas para llegar sin mayor problema hasta el aparcamiento.
Desde el aparcamiento existe un sendero, muy bien señalizado, que lleva hacia el bosque. Cuando llegamos al final de este sendero podemos dirigirnos hacia la derecha y encontraremos unos miradores sobre la cascada que nos darán unas preciosas vistas de la cascada y del valle del Deza, un hermoso meandro cubierto de bosque.
Volviendo sobre nuestros pasos hasta el final del sendero del aparcamiento continuaremos hacia la izquierda y pronto veremos la pista de bajada hasta la cascada. Antiguamente se podía bajar en coche por aquí y aparcar casi en la cascada, pero hoy está prohibido. Recomiendo ir con algo de tiempo porque hay un buen paseo hasta abajo.
Y merece la pena, porque es un camino realmente hermoso, cruzando un bosque atlántico muy bien conservado, con castaños, avellanos y, sobre todo, robles.
Y finalmente llegamos a un punto en que el camino se estrecha y el ruido de la fervenza se oye con claridad. Ya casi estamos y el río puede verse a nuestra izquierda según avanzamos.
Entre las precauciones a tomar, decir que en invierno es bastante recomendable llevar un chubasquero ya que lo normal es que toda la zona esté salpicada por el agua pulverizada que sale de la zona de caída. Eso hace que las piedras estén cubiertas de un verdín resbaladizo, así que si están húmedas es mala idea caminar sobre ellas.
Si te gusta el senderismo, hay una ruta de unas dos horas y cuarto (sin paradas) hasta el Mosteiro (monasterio) de Carboeiro, por la ribera del Deza y con una subida hasta Merza.
El mapa
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